La hora de explicar

Las movilizaciones que se están multiplicando por las cuatro esquinas del país no se deben tanto a estrategias organizadas para desgastar al Gobierno y provocadas al alimón por los partidos comunistas y las patronales, como la expresión del desconcierto que experimentamos muchos ciudadanos ante una crisis que nadie nos acaba de explicar bien. Nos enfrentamos a una decisiones gubernamentales que aunque vistas con frialdad parezcan aceptables, en la práctica -y sobre todo con la miopía que proporciona la proximidad- son difícilmente digeribles para los afectados. El hecho de que en los periódicos haya un baile de opiniones sobre los pros y los contras de la reconversión, y el dato de que los ministros vayan concediendo declaraciones puntuales sobre el tema, no es suficiente. Lo que en estos momentos pasa en España y lo que frente a ello debe hacer el Gobierno de España, son cosas que merecen una explicación didáctica desde el más alto nivel. Lo contrario es política UCD, y eso ya expresamos a través de las urnas la opinión que nos merece. Hasta ahora han sido decepcionantes las apariciones públicas de Felipe González. Que sepa, pues, que en estos momentos hay hambre de saber lo que piensa de la crisis el hombre que fue votado para capearla. Saberlo es tan importante como la naturaleza misma de las recetas socialistas para lo que queda de legislatura. / Luis Barnils.