Gitanos y payos
Anto todo, quisiera expresar mi solidaridad con el pueblo gitano, y muy especialmente con mis paisanos los gitanos de Torredonjimeno, con su alcalde, mi buen y querido amigo Miguel Anguita, y con tanta gente de bien que forma la comunidad toxiriana.Por otra parte, condeno enérgicamente a esas gentes que, con su fanatismo, han intentado romper la buena convivencia que ha habido y habrá entre las dos culturas, la paya y la gitana.
Porque he de decir que aun conociendo, y muy de cerca, las actividades delictivas de la familia Ramplín, nunca pensé que en un pueblo con tan grande conciencia social, donde tantos y tan buenos logros democráticos se están consiguiendo, se pudiera llegar a intentar linchar a una gente, víctima, en su mayoría, de esa incultura y miseria que tanto abunda en nuestro país y muy especialmente en mi Andalucía.
Espero y deseo de todo corazón que este triste suceso no cale en la convivencia de mi pueblo, y que las buenas familias de raza gitana Los Ferroches, la de Julio y un largo etcétera, puedan seguir viviendo en su querido Torredonjimeno con la misma dignidad, orgullo y camaradería que les caracteriza. /
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