Adolfo Suárez, premiado como benefactor del pueblo vasco

El ex presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, recibió ayer en Bilbao el Premio Euzkadi, concedido anualmente por la revista del mismo nombre, ligada al Partido Nacionalista Vasco, para distinguir a "aquellas personas o entidades que en el curso del año hayan llevado a cabo gestiones o actividades beneficiosas para el pueblo vasco en el área de la política, la cultura o el deporte". En medios políticos se interpreta este premio como un reconocimiento al negociador más favorable que tuvo el PNV, sin que falten matices electoralistas, ya que tras la concesión de este galardón podría haber un intento de llevar los votos del Centro Democrático y Social (CDS), que no se presenta, a las elecciones vascas, hacia el PNV.El premio correspondiente a 1981 en el área política fue recogido, a comienzos de 1982, por el lendakari Garaikoetxea en nombre de su Gobierno, y en su edición siguiente fue compartido por los tres presidentes de las diputaciones vascas. Jesús María de Leizaola recibió el premio especial concedido dicho año al Gobierno autónomo en el exilio.

El premio concedido a Adolfo Suárez puede considerarse un reconocimiento, si bien a posteriori, de su disposición negociadora con los nacionalistas vascos en, relación a los conflictos surgidos tanto en el proceso de elaboración del texto definitivo del Estatuto de Guernica como en los primeros pasos de su desarrollo tras la constitución del Gobierno vasco. En el curso de las conversaciones en la entrevista entre Garaikoetxea y Suárez, en el verano de 1979, fue precisamente cuando se llegó a un acuerdo sobre el texto del estatuto de autonomía que sería refrendado en octubre de dicho año.

Fue también Adolfo Suárez quien, un año después, consiguió desbloquear los interminables debates sobre la creación de la policía autónoma y la puesta en marcha de los conciertos económicos, tras meses de incertidumbre.

Esto no impidió que la visita al País Vasco realizada por Suárez por esas mismas fechas fuera espectacularmente boicoteada por el PNV, cuya organización juvenil llenó las carreteras por las que debía pasar el presidente de pintadas con consignas que distaban de ser de bienvenida, y cuyos alcaldes y concejales decretaron la paralización unilateral de toda actividad corporativa y administrativa en los ayuntamientos en que tenían mayoría durante los días que duró la visita presidencial.

Tras la ruptura de UCD y posterior surgimiento del CDS, el suarismo ha acentuado, como un rasgo característico de su oferta reformista-progresista, su adjetivación pro autonomista. El grupo parlamentario del CDS, encabezado por Jesús María Viana, hombre de confianza del ex presidente, ha votado sistemáticamente en el mismo sentido que el PNV, al menos desde hace 18 meses.