La policía cree que el comando de ETAm presunto autor del atentado se esconde en el noroeste de Madrid
Los responsables de la seguridad del Estado temían una acción relevante de ETA Militar en Madrid tras las medidas policiales tomadas en el sur de Francia, y están convencidos de que el asesinato del ex capitán general de la I Región Militar es obra de un comando de esa organización terrorista. El ministro del Interior, José Barrionuevo, se reunió en la tarde de ayer con los máximos responsables del departamento con el fin de preparar una serie de medidas para localizar a los autores del atentado. Por otra parte, importantes medidas de vigilancia se establecieron ayer en Madrid, especialmente en la zona noroeste, donde se cree que pueden encontrarse los terroristas, según fuentes policiales.
El gobernador civil de Madrid, José María Rodríguez Colorado, explicó que la policía cree que el atentado es obra de la organización terrorista ETA Militar por los datos de que se dispone sobre la forma de efectuar éste, así como del armamento empleado y del estudio balístico de los casquillos hallados junto al cadáver del general, de la marca Gecco, 9 milímetros Parabellum, del año 1977. Una persona reivindicó anoche la autoría del atentado para ETA Político-militar por medio de una llamada telefónica a la emisora central de Radiocadena, en Madrid. Fuentes policiales concedieron, sin embargo, escasa fiabilidad a esta reivindicación.La policía está dirigiendo sus investigaciones hacia miembros de ETA Militar, cuya presencia ha podido ser detectada recientemente en Madrid, y especialmente sigue la pista del vehículo dejado por los terroristas en la plaza de las Descalzas y busca el automóvil que se cree tomaron allí. Según fuentes oficiosas del Ministerio del Interior citadas por Europa Press, el coche utilizado por los terroristas fue robado hace varios meses. El propietario había presentado en su día la correspondiente denuncia pero el automóvil no pudo ser localizado, ya que los autores del robo debieron cambiarle la matrícula y pintarlo de distinto color.
Fuentes policiales de máxima solvencia, añaden que, casi con seguridad, los terroristas estarán escondidos en algún piso de Madrid y no tratarán de salir de la capital en los próximos días.
Miembros de la policía que dirigen la investigación explicaron ayer que hasta el momento no hay ningún terrorista identificado y que las descripciones de los testigos presenciales del asesinato no han aclarado significativamente las señas personales de los autores. Las mismas fuentes han señalado que desde hace tiempo se venían reforzando las medidas de seguridad en Madrid, ya que, tras las medidas tomadas en el sur de Francia por las autoridades galas y la muerte de Mikel Goikoetxea Elorriaga, Txapela, se esperaba una importante reacción de ETA.
Temor a una represalia
Fuentes de la Dirección de la Seguridad del Estado manifestaron ayer que desde hacía algunas semanas se temía un atentado relevante de ETA contra una autoridad civil o militar como represalia por las medidas policiales tomadas contra etarras residentes en el País Vasco francés. Por este motivo se estableció desde el pasado jueves, día 19, en Madrid la denominada operación Eslabón, cuya finalidad principal era vigilar las zonas donde residen y trabajan autoridades civiles y militares. Esta operación, que se mantenía ayer, se estaba simultaneando con el plan de seguridad denominado Aniversario, iniciado el 2 de enero, tras el asesinato de dos policías nacionales en Madrid. A pesar de ello, el domingo es un día en que se reduce la vigilancia, y es la primera vez, según fuentes policiales, que en ese día de la semana ETA realiza un atentado en Madrid.
Rodríguez Colorado explicó que le unía una buena amistad con el teniente general Quintana Lacaci desde hacía varios años y que había mantenido recientemente una conversación durante la cual comentaron la posibilidad de una próxima acción de ETA en Madrid.
El gobernador civil de Madrid dijo que, recientemente, tras la presumible presencia de etarras en la capital de España, el Ministerio del Interior pidió al de Defensa datos de altos cargos susceptibles de, ser objetivos de ETA, y en esa lista se incluyó a todas las personalidades en activo; pero manifestó desconocer si dentro ella se había incluido a Quintana Lacaci.
Dentro de este plan se recomendaba a los altos cargos militares extremar las medidas de precaución. Según fuentes del Estado Mayor del Ejército, el general Quintana solía llevar escolta cuando existían sospechas policiales de posibles atentados, como venía ocurriendo en últimos días, excepto los fines de semana, en los que por el carácter de vida familiar que hacía el general se le había retirado, como se hacía con otras personalidades.
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