Un preso vasco condenado por su vinculación a ETAm pide la concesion del indulto particular

Carlos José Catalán Sánchez es el primer recluso que, tras haber sido condenado por delitos cometidos como miembro de ETA Militar, va a solicitar el indulto particular. Catalán Sánchez se encuentra internado en la penitenciaría de Herrera de la Mancha, donde cumple una condena de 15 años y nueve meses de prisión por delitos calificados de terrorismo, entre ellos un importante robo de papel moneda cometido en octubre de 1978 en Burgos.

Este recluso, que no está actualmente acusado de ningún delito de sangre, tiene previsto acogerse a la ley de 1870 que regula la concesión de indultos particulares, y ya ha iniciado gestiones con el Defensor del Pueblo y con representantes del Gobierno vasco para que se tramite su petición. Catalán fue trasladado en diciembre a la cárcel de Herrera de la Mancha, desde la prisión de Nanclares de Oca donde se encontraba internado con anterioridad al asesinato del capitán de Farmacia Alberto Martín Barrios por ETApm VIII Asamblea.

Con los 'poli-milis'

La muerte de este militar provocó la puesta en marcha de una serie de medidas relacionadas con la situación de los presos vascos, que fueron concentrados por orden del Gobierno en la penitenciaría de Herrera de la Mancha. Antes de su reclusión en ambas prisiones, Catalán estuvo internado en el penal de Burgos.Este preso se encuentra actualmente mucho más próximo a los poli-milis que a ETA Militar, aunque fue condenado como miembro de esta última organización e internado en principio en Nanclares de Oca, prisión en la que cumplían condena los presos de la rama militar. Catalán, que en las pasadas fiestas navideñas gozó de un permiso de excarcelación de siete días para ver a sus familiares (gestionado por el Defensor del Pueblo), tuvo hace unos años un fuerte incidente con reclusos de ETAm, por lo que fue apartado de ellos.

Catalán Sánchez, de profesión restaurador de obras de arte, se inició políticamente en el Partido Carlista y llegó a formar parte del servicio de seguridad de su presidente, Carlos Hugo de BorbónParma. Con anterioridad formó parte de los denominados Grupos de Acción Carlista (GAC), organización ya desaparecida que practicaba la lucha armada en la época franquista. Fue detenido por pertenecer a los GAC y acusado de participar en la voladura de un repetidor de TVE en Burgos, por lo que ingresó en prisión con una condena de dos años. A finales de 1978, cuando iba a ser nuevamente detenido, esta vez acusado de pertenecer a ETA Militar, logró escapar a Francia.

Capturado por la policía francesa, fue entregado en la frontera a las autoridades españolas.

La policía probó su implicación junto con otras dos personas más, en un robo de papel moneda, destinado a la fabricación de billetes legales, en una factoría que la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre posee en Burgos y con el que se podían haber elaborado billetes de 1.000 pesetas por valor de unos 10 millones.

La policía supo que este robo fue planeado por ETA Militar. Según la nota oficial difundida en su día, Catalán y un delincuente común llamado Juan José Molinero entablaron contacto con la organización mediante Domingo Iturbe Abasolo, Txomin, quien les encomendó la misión después de comprobar un par de pliegos del citado papel. Catalán, siempre según la nota oficial, fue armado por Txomin, quien le entregó una pistola a él y otra a Molinero para que pudieran efectuar el robo, perpetrado el 22 de octubre de 1978.