Madrid y Burdeos son desde ayer ciudades hermanas

El alcalde de Burdeos, el gaullista Jacques Chaban-Delmas, y el de Madrid, el socialista Enrique Tierno, firmaron ayer por la tarde en la Casa de la Villa, sede del ayuntamiento de la capital española un acuerdo de hermanamiento entre ambas ciudades.El acuerdo declara que se realizarán planes y programas de intercambio en beneficio de las dos comunidades, ratificando así los propósitos de cooperación ya expresados anteriormente en la ciudad de Burdeos, en mayo de 1970 y en febrero de 1982, con ocasión de la visita de delegaciones oficiales de la Corporación madrileña.

El documento suscrito señala que se establecerán intercambios de informaciones en los ámbitos de la gestión municipal de mayor interés mutuo, y propone un programa de trabajo sobre sectores, particularmente los de cultura, enseñanza, economía, turismo, deportes y atención a la tercera edad. Finalmente, el acuerdo recoge el deseo de familiarizar a los vecinos de Madrid y Burdeos con la vida de la ciudad hermanada.

Previamente a la firma del documentos, los dos alcaldes intercambiaron regalos, al término de una mesa redonda en la que se trató sobre el regionalismo. En el debate intervinieron el profesor Lavroff, de la Universidad de Burdeos, el profesor Luis Sánchez Agesta, Chaban-Delmas y Enrique Tierno.

Preguntas seleccionadas

Por otra parte, Jacques Chaban-Delmas, antiguo primer ministro de Francia y ex candidato a la presidencia de la República, se negó ayer a contestar a una redactora de EL PAIS cualquier otra pregunta que no fuera la« que miembros de su séquito habían indicado que debía hacérsele.A pesar de que fue previamente concertada una entrevista, minutos antes de que el alcalde de Burdeos almorzara en el hotel Palace, el político francés increpó a la informadora cuando le interrogó sobre las relaciones hispano-francesas, el ingreso de España en la Comunidad Económica Europea, las medidas adoptadas por las autoridades francesas contra presuntos dirigentes terroristas o las próximas elecciones al Parlamento Europeo.

Chaban-Delmas no sólo elevó el tono de voz para exigir que se le preguntara tan sólo sobre el motivo de su visita a Madrid, sino que consideró una "manía" la alusión a los problemas antes citados.