Los madrileños evitaron ayer utilizar el ferrocarril subterráneo, pese a la menor incidencia de la huelga de celo de los conductores

La huelga de celo que mantuvieron ayer los conductores del metro de Madrid, por segundo y último día, hizo que el conjunto de la red funcionara al 70% y ocasionó fuertes aglomeraciones de tráfico en toda la ciudad. A últimas horas de la tarde la compañía recibió la resolución de la Dirección Provincial de Trabajo favorable a las tesis de la empresa sobre la implantación del conductor único en las líneas nuevas.

La estación de metro de Cuatro Caminos no registraba ayer una gran afluencia de público a las 7.30 horas. Los trabajadores de la Compañía Metropolitano utilizaron pequeñas pizarras colocadas en las taquillas para facilitar al público información sobre los intervalos en el paso de los trenes de las distintas líneas, información que luego completaba sirviéndose de la megafonía el jefe de estación.Algunas de las personas que se encontraban en los andenes decidían, después de conocer la situación, abandonar el subterráneo y recurrir a otros medios de transporte, tras serles reintegrado el importe de los billetes por las taquilleras. "La situación es de normalidad", manifestó una de las trabajadoras del metro. "El público está avisado de la huelga y se comporta de una forma absolutamente civilizada".

Las estaciones de las líneas I y II, que fueron las primeras en sufrir fuertes retrasos, no ofrecían ayer las aglomeraciones habituales en las horas punta. En los trenes se apreciaban espacios vacíos considerables, y era posible realizar sentado el trayecto entre Plaza de Castilla y Sol a las 7.45 horas.

Fuentes de la Compañía Metropolitano informaron ayer que se habían producido daños en el material móvil y se habían detectado "hechos que parecen extraños, como que extintores contra incendios se vacíen de repente".

A última hora de la tarde de ayer se hizo pública la resolución dictada por la Delegación Provincial de Trabajo, favorable a la empresa, que había pedido la implantación del agente único en las líneas nuevas.

La resolución fija como condiciones para la aplicación de esta medida que las líneas cuenten con sistema de control de tráfico centralizado, que exista radiotelefonía entre los trenes y el puesto de mando, que haya megafonía interior y que los conductores hayan pasado unos cursos de preparación. Esta última condición no impediría la implantación inmediata del agente único, pues se establece un periodo transitorio en el que los trenes serán conducidos por los trabajadores con más experiencia. Las mismas fuentes manifestaron que, de acordarse, se podría implantar con carácter inmediato el sistema de agente único en las líneas 6, 8 y 9.

El sindicato provincial del transporte de CCOO de Madrid, por su parte, negó que las movilizaciones realizadas hubieran tenido carácter político y consideró que la Dirección Provincial de Trabajo había dictado su resolución ayer mismo gracias a las medidas de presión adoptadas por los trabajadores. Este sindicato mostró su esperanza de que tras la resolución se establezcan negociaciones entre trabajadores y empresa.