Firmeza en las acciones bancarias y eléctricas

Con una buena disposición inició sus operaciones el mercado bursátil madrileño, de la mano de una demanda insistente que se hacía realidad en los primeros corros eléctricos, mientras que la oferta actuó casi siempre a la contra y estableciendo cotas superiores a los precios inicialmente voceados. Con el paso de los minutos la situación se fue estabilizando hasta llegar al gran desencanto del día protagonizado por la pérdida de CEPSA, que en definitiva contribuyó a generar la única diferencia negativa de la jornada en cuanto a, los índides sectoriales del mercado madrileño se refiere.Las órdenes compradoras de acciones eléctricas resultaron suficientes para generar un buen ambiente inicial y para producir la mayor alportación al índice común del mecado madrileño. Los demandanites, que mostraron una covicción a la que no estaban acostumbrados desde hace bastante tiempo los mas viejos del parqué, desbordaron los tanteos de venta con los que se han venido recibiendo los compases inciales de estos corros. A partir de este momento, los vendedores iniciaron un breve período de reflexión, del que salieron unas órdenes de venta, quizá de mayor significación, pero limitadas a precios superiores de los que se venía contratando. Esta situación llegó a resultar un tanto desconcertante para varios especialistas, que no acertaban a determinar las causas de este resurgimiento en la demanda de acciones eléctricas, y que se remitían, una y otra vez, a las reuniones de hoy, para poder establecer un juicio definitivo sobre estas evoluciones, que en cualquier caso califican de un tanto sorprendentes por su empuje.

En el grupo bancario se mantuvo contra viento y marea la discreta tónica alcista. La anécdota de la reunión de ayer en el mercado madrileño lo constituyó el error aparente en el que incurrió la cibernética al atribuir un resto comprador de 3.063 títulos al Banco de Vizcaya, cuando el signo de este saldo era el el contrario. Este pequeño affaire posiblemente habría pasado desapercibido de no ser porque el precio de las acciones Bancaya perdía siete enteros en Madrid.

El resto del sector se comportó confórme a lo esperado con mejoras generalizadas, entre las que destacaban los seis enteros de ganancia del Popular, y contando con una unas ciertas prevenciones en el caso del Bilbao que se conformaba con repetir su precio anterior.

Así, y con la excepción ya señalada del grupo químico, todos los índices sectoriales evolucionaban favorablemente. Incluso Telefónica consiguió aunar las suficientes voluntades como para mejorar sus posiciones anteriores.

Con todo, la peor parte de estas entonadas sesiones bursátiles la llevaron los valores industriales sobre los que continúan centrándose algunos de los últimos ajustes por realizaciones de beneficios que quedan pendientes. En estos valores incide además el hecho de que los inversores no se sienten demasiado atraídos por ellos, con lo que en sus corros se encuentran prácticamente huérfanos de opciones compradoras iniciales.

El Águila repitió, tras realizar una curiosa cascada de cambios, y Popularinsa, ratificando su desmentido inicial a una posible ampliación de capital, marcaba dinero sin operaciones al 255%, tres enteros pior encima de su precio anterior.