Pérez de Cuéllar se propone convocar una reunión de la ONU sobre Oriente Próximo
Javier Pérez de Cuéllar, secretario general de la ONU, fue ayer el protagonista, ajeno a la cuarta cumbre islámica, aunque invitado a ella, de la primera idea concreta que surge al socaire de este cónclave islámico, al indicar que ha propuesto la celebración de una conferencia especial sobre Oriente Próximo. Pérez de Cuéllar declaró a la agencia de noticias marroquí que en esa conferencia participarán los 15 países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU y todas las naciones de la región interesadas. El 15 de marzo, el secretario general de la ONU informará al Consejo de Seguridad sobre la aceptación o no de su propuesta por los interesados.
Esta propuesta parece, en todo caso, completar la petición de apoyo al plan árabe de paz para Próximo Oriente, también llamado plan Fahd, formulada ayer por el rey saudí, Fahd Ibri Abdelazis. Este proyecto saudí goza del respaldo de los países árabes moderados, pero sigue concitando la oposición de los radicales porque conlleva el reconocimiento del Estado de Israel.La ausencia de los más importantes líderes de Oriente Próximo afectados por el tema le resta capacidad de resolución a los participantes.
Más aún, la cuestión de la reintegración de Egipto al seno del mundo árabe parece que será definitivamente descartada de esta cumbre ante las oposiciones que suscita de parte de los radicales, que ponen como condición que Egipto renuncie a seguir adelante con los acuerdos de Camp David.
Las opiniones están, sin embargo, divididas, y en la Prensa marroquí y en algunos medios oficiales se insiste en que el tema sí será debatido. En cualquier caso, la ausencia formal de Egipto de los foros e instituciones árabes comunes ha dejado hace tiempo de ser un obstáculo para sus relaciones con los moderados árabes. Marruecos rompió el hielo con la entrevista sostenida por el rey Hassan II con el presidente Hosni Mubarak durante la pasada Asamblea General de la ONU; le siguieron los saudíes enviando a su ministro del Exterior a El Cairo, y Yasir Arafat le dio el espaldarazo a este movimiento con su entrevista con el presidente egipcio, después de tener que salir de Líbano en diciembre pasado, por segunda vez.
La entrevista celebrada ayer en los pasillos de la cumbre entre Yasir Arafat y el vicepresidente y ministro de Asuntos Exteriores sirio, Abdeljalim Jadam, pudiera ser un primer síntoma, débil desde luego, de apaciguamiento entre Siria y la dirección legítima de la OLP, después de varios meses de enfrentamiento.
La jornada de ayer estuvo dedicada a los balances de actividad e informes de los presidentes de las diferentes comisiones especiales.
El rey Hassan II, presidente del comité Al Qods (encargado de la liberación de Jerusalén), presentó el suyo, y lo mismo hicieron el presidente guineano, Seku Ture, responsable del comité islámico de mediación entre Irak e Irán, y el vicepresidente iraquí, Izzat Ibrahim.
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