Defectos de fabricación en una bobina retrasan otros dos meses la puesta en marcha de la central nuclear Ascó I

Una avería en una bobina del alternador de la nuclear Ascó I, originada por defectos de fabricación, puede retrasar hasta dos meses la puesta en marcha definitiva de la central. La compañía eléctrica FECSA, propietaria de la central nuclear, no ha decidido todavía si procederá a la sustitución de la bobina o si optará por su reparación, aunque en medios técnicos próximos a la central se piensa que esta última alternativa resultaría inviable. Mientras no se resuelva este problema que altera nuevamente el calendario de puesta en marcha, Ascó I no puede sobrepasar el 52% de su capacidad productiva.

Los defectos de fabricación en una de las casi 100 bobinas que contiene el alternador fueron descubiertos a principios del pasado mes de diciembre, cuando se observó que ofrecía una deficiente respuesta. Al parecer, estos defectos habían permitido que se introdujera barniz dentro de los tubos de refrigeración de la bobina, provocando problemas de recalentamiento. Tras parar unos días, Ascó I fue sincronizada de nuevo a la red de alta tensión el 16 de diciembre, pero sin sobrepasar una producción límite de 485 megavatios hora, lo que equivale al 52% de su potencia.Fuentes próximas a la central han confirmado que resulta totalmente imposible aumentar la productividad mientras no sea subsanada por completo la deficiencia de la bobina. La dirección de FECSA, sin embargo, no ha tomado todavía la decisión de sustituirla por una nueva e intenta, por el contrario, conseguir por otros medios la desobturación de los tubos afectados, aunque existen serias dudas acerca de su efectividad.

El cambio de la bobina, que deberá decidirse en las próximas semanas, supondrá la parada de la central por un período no inferior a un mes y medio. Además, es prácticamente inevitable que durante la realización de las operaciones de sustitución se produzcan serios desperfectos en varias bobinas colindantes. Estos importantes inconvenientes estarían retrasando la toma de una decisión por parte de la compañía eléctrica, que mantiene intensas negociaciones con la firma Westinghouse, fabricante y suministradora del material afectado. Las bobinas proceden de la factoría que la multinacional americana posee en Erandio (Vizcaya).

Ascó II, en marzo

El reactor de Ascó II, por otra parte, será activado a principios de marzo, tras la preceptiva autorización del Consejo de Seguridad Nuclear. Más de 70 toneladas de combustible nuclear permanecen desde hace algunas semanas en el edificio de almacenamiento, a la espera de su colocación en el interior del reactor. Se trata de 157 elementos de uranio 238 enriquecido al 2% con uranio 235. Cada elemento está compuesto por 264 barras de mineral radiactivo. El uranio fue enriquecido en Estados Unidos y transportado por vía marítima el otoño pasado hasta el puerto de Barcelona, desde donde se trasladó en cuatro convoyes especiales y fuertemente custodiados hasta la central de Ascó.Las pruebas en caliente de los circuitos radiactivos de Ascó Il han concluido con resultados satisfactorios, según medios próximos a la empresa, aunque no han ocultado que su conclusión se demoró ocho días más de lo previsto. Faltan por realizar algunas comprobaciones, que han sido calificadas como "de menor importancia", según las mismas fuentes.