_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Los ancianos y el terror nuclear

Quienes firmamos estas líneas hemos rebasado el tiempo de esperanza de vida que nos tienen establecido científicos y estadísticos. Vivimos, pues, de propina.Pertenecemos, por otra parte, a esa franja de la sociedad que soporta el más alto cupo de explotación, olvido y desdén.

Sufrimos, además, la erosión de los años y, consiguientemente, los efectos de una salud precaria: las goteras.

Nuestra expectativa, pues, es una vida corta y escasamente placentera. En estas condiciones, aceptar con serenidad la inexorable realidad biológica de nuestra desaparición a corto plazo limita los efectos del instinto de conservación y nos libera del miedo a la muerte. Porque con nosotros no se acaba todo, la vida sigue, debe seguir.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Pero hay algo que nos horripila: la guerra nuclear. Nuestros hijos, nuestros nietos, no han agotado, como nosotros, su esperanza de vida. Sería una obscenidad monstruosa que una provocada hecatombe igualara el destino de los que apenas han iniciado la vida con quienes estamos agotando la nuestra. Nos estremece el horror de cercenar su ciclo vital, y queremos su supervivencia infinitamente más que la nuestra. Tras nosotros debe quedar alguien que deposite una flor, una lágrima o un recuerdo entrañable sobre las tumbas que nos acojan.

Sabemos que no está en sus manos, señor presidente del Gobierno, impedir el cataclismo nuclear, pero usted puede coadyuvar, en gran medida, junto a millones y millones de seres que no quieren acabar en un multi-Hiroshima horrendo, a que la tragedia no llegue. Y, si no puede salvarnos del holocausto nuclear, al menos salve su conciencia, posiblemente turbada por el incumplimiento de la promesa que hizo al pueblo español, que le votó generosamente.

Recuerde, señor presidente: primero, fueron aquellas valientes palabras en el Congreso: "Si por mayoría simple nos meten en la OTAN, por mayoría simple saldremos de ella el día que el pueblo español nos dé los votos necesarios para ello". Más tarde, rebajó el listón, prometiendo un referéndum para que el pueblo español diera su opinión. Hoy, consternados, tenemos que oír una sarta de ambigüedades, utilizando un lenguaje críptico, que nos hace temer lo peor.

Cuando usted era nada más que don Felipe González, secretario general del PSOE, que no es quisicosa, gustaba de repetir el conocido eslogan de El partido socialista siempre cumple. Cumpla usted, señor presidente.

Como tenemos sobre las espaldas tantos años, nuestra experiencia no es manca. Sabemos que para todo hay justificaciones. La crisis, el bloqueo económico de Estados Unidos, los poderes fácticos, nuestra ubicación en Occidente, el ingreso en el Mercado Común, el contencioso de Gibraltar, la defensa de la democracia e incontables etcéteras. Hasta el más elemental de nuestros viejos huele el tufillo de falacia que se desprende de tales justificaciones.

No queremos entrar en sutilezas, señor presidente. Hay una verdad terminante incontestable: nada es más importante que salvar la paz. / 73 años; José Picado 74; Carlos Grasa 71, y 50 firmas de personas mayores de 60 años.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_