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Fuerte volumen de negocio y discreta orientación positiva de las bolsas norteamericanas

El año 1983 será recordado por los operadores de las bolsas neoyorquinas por el notable incremento del volumen de contratación, aunque el índice Dow Jones, que agrupa a los principales valores industriales de la Bolsa de Nueva York, registró un aumento relativamente modesto, de un 19%. Por su parte, 1984 ha empezado con las mismas características, ya que se ha vuelto a batir el récord diario en cuanto al volumen de transacciones, al alcanzar 160 millones de acciones el pasado día 5 de enero.En este contexto de gran actividad y mercado sostenido no se esperan por ahora importantes movimientos alcistas, aunque la tendencia continúa siendo claramente positiva, según se desprende del informe semanal que realiza Carlo Alí para Shearson American-Express.

Los resultados de una encuesta que se efectuó recientemente entre los mas importantes responsables de, la gestión de inversiones en Estados Unidos fueron los siguientes: los más pesimistas vaticinaban que este año la bolsa subirá entre un 12% y un 15%, lo cual, medido en términos de Dow Jones, significaría que dicho índice se situará entre 1.350 y 1.387 en diciembre de 1984. Los más optimistas pensaban que el índice podría alcanzar la cota 1.500. No obstante, existe consenso entre los especialistas en afirmar que los fundamentos de la economía serán muy favorables durante el presente año, con la consabida excepción del mastodóntico déficit presupuestario.

Sin embargo, los últimos datos publicados por el Tesoro norteamericano demuestran que sus necesidades de financiación se han reducido por debajo de las expectativas normalmente aceptadas entre los analistas. Por otro lado, la semana pasada, la Reserva Federal estuvo inyectando liquidez en los mercados de dinero durante cuatro días consecutivos, lo cual demuestra la buena disposición de dicho organismo y su tendencia a aplicar estos días una política monetaria algo más acomodaticia. El crecimiento económico se situará posiblemente entre un 4,5% y un 6%, con más posibilidades de aproximación al límite inferior de dicha banda. En este mismo sentido, se prevé que el producto nacional bruto (PNB) aumentará un 3% en el tercer trimestre y un 4,6% en el cuarto.

En este contexto y en lo que se refiere específicamente a los mercados de renta variable, los sectores que pueden atraer mayor interés inversor son los de maquinaria, componentes eléctricos, papel, acero, control de polución, aluminio y cobre, esperándose también una buena actuación del sector bancario. Según diversas opiniones, lo que peor funcionará será la energía y la industria farmacéutica.

A muy corto plazo, los tipos de interés pueden bajar marginalmente y favorecer un nuevo repunte de las cotizaciones. Existen, pues, algunas esperanzas de que el índice Dow Jones alcance nuevos máximos en las próximas semanas.

Por su parte, el dólar ha comenzado el nuevo año con una excepcional fortaleza, fundamentada por factores técnicos y expectativos de una continuación de la política monetaria restrictiva de la Reserva Federal, a pesar de que dicho organismo se ha mostrado algo más flexible durante las últimas cinco sesiones. Sin duda, esta fortaleza de la divisa norteamericana preocupa cada vez más a las autoridades estadounidenses, dados los efectos adversos sobre sus exportaciones.

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