El presidente del Gobierno de Cantabria afirma que sólo se sometería a un posible pacto Fraga-Alzaga
El diálogo político que permita salir de la crisis que vive el Gobierno autónomo cántabro, desde el pasado 1 de diciembre, pasaría por la mediación de Manuel Fraga y Oscar Alzaga, líderes de los dos partidos que integran la Coalición Popular, según manifestó ayer el presidente del Ejecutivo cántabro, José Antonio Rodríguez. Para éste, la "incapacidad" de los dirigentes de Alianza Popular en Cantabria les ha convertido en "interlocutores no válidos". Rodríguez Martínez, quien encabezó como independiente la lista electoral de la Coalición Popular, ha visto seis meses después de su elección cómo la mayoría del grupo de derechas -13 de los 18 miembros que lo integran- le retiran la confianza y piden su dimisión.El presidente del Gobierno cántabro acusó a la defensa de "intereses personales" que negó a explicitar, la decisión de AP de retirarle la confianza, afirmando que no existen "razones políticas de peso" para que presente la renuncia. En la conferencia de prensa convocada ayer, tan solo 24 horas después de que la práctica totalidad de los diputados que integran la asamblea regional le requirieran para que presentase la cuestión de confianza, Rodríguez Martínez reconoció que "la solución de la crisis tiene que llegar antes del mes de febrero".
Para el 14 de ese mes está prevista la reanudación del período de sesiones ordinario de la Cámara regional.
Entre tanto, las direcciones de los partidos con representación en la asamblea regional, han iniciado reuniones de urgencia al objeto de estudiar posibles soluciones ante la "grave situación creada" que, en opinión de éstas, afectaría de forma "irreversible" a la credibilidad de las instituciones autonómicas. En este sentido, el secretario general del Partido Socialista de Cantabria (PSC-PSOE), Jaime Blanco, ha sugerido que el presidente de la asamblea ejerza el papel arbitral y moderador que le confiere el estatuto, convocando a los grupos parlamentarios para debatir las posibles salidas a la crisis del Gobierno regional cántabro.
