Tunicia acusa a un comando procedente de Libia de volar un oleoducto argelino
Un comando armado de cuatro hombres, procedente de Libia, hizo saltar por los aires, en la noche del 7 al 8 de enero, el oleoducto que une los campos petrolíferos argelinos de In Amenas, 300 kilómetros al sur de la frontera con Túnez, con el puerto tunecino de La Skjirra, según anunció ayer el Ministerio tunecino de Defensa.
El atentado tuvo lugar, según un portavoz oficial, en territorio tunecino, a dos kilómetros de la frontera con Libia, y el Ministerio de Asuntos Exteriores de Túnez ha enviado una nota de protesta a las autoridades libias.El incidente se produjo a los dos días de que el país recuperara la calma, tras la revuelta del pan iniciada el 29 de diciembre, tras de que el presidente Habib Burguiba anulara el alza, en un ciento por ciento, del precio del pan y otros productos alimenticios básicos. Cifras oficiosas elevan a 57 el número de muertos durante los enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad.
Ya en 1980, otro comando, integrado por opositores tunecinos y procedente de Libia, se hizo fuerte en el centro minero de Gafsa, en el centro del país. Precisamente, esta ciudad ha sido una de las principales protagonistas de la reciente revuelta del pan.
Según el comunicado del Ministerio de Defensa, el comando que atentó contra el oleoducto penetró en Tunicia, a bordo de un land rover a la una de la noche, a la altura de la localidad de Hamchir el Bassassa, situada a dos kilómetros de la frontera libia, al sur del país.
Una investigación efectuada en el lugar por una patrulla del Ejército tunecino concluyó que el comando descargó el contenido de una caja de explosivos a lo largo del oleoducto. La explosión y posterior incendio afectó a cuatro metros de la conducción.
El incendio pudo controlarse al mediodía, una vez que, contactadas las autoridades argelinas, se suspendió temporalmente el bombeo de petróleo por la conducción.
La noticia sobre el atentado y el anuncio de que había sido obra de un comando procedente de Libia, ha. causado una honda impresión en Tunicia. Ciertas especulaciones, nunca confirmadas, habían atribuido a medios prolibios parte de la responsabilidad en el estallido de la revuelta del pan.
Los incidentes comenzaron en los palmerales del sur de Túnez, para extenderse desde allí, a las vecinas localidades de Kasserine y Gafsa, de las que son mayoritariamente originarios los cerca de 60.000 tunecinos que trabajan en Libia.
La víspera de la voladura del oleoducto, una delegación libia se entrevistó con las más altas autoridades tunecinas para expresarles su solidaridad y recalcarles que el régimen de Muamar el Gadafi no había tenido nada que ver en el estallido de la revuelta. Dos representantes de un grupo fundamentalista islámico ilegal confirmaron, en declaraciones efectuadas al diario norteamericano The New York Times, que su organización había colaborado en la organización de las recientes manifestaciones antigubernamentales, tal como había afirmado días antes el Gobierno del presidente, Burguiba.
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