Garaikoetxea, designado candidato a la presidencia del Gobierno vasco

Carlos Garaikoetxea fue eIegido anoche en Zarauz candidato del PNV para la presidencia del Gobierno vasco, tras un apasionado e intenso ,debate de la asamblea nacional del partido, que acaparó una extraordinaria atención de los medios informativos y de la clase política de Euskadi. La histórica asamblea del PNV, compuesta por 64 apoderados, eligió al actual lendakari como candidato del partido para las próximas elecciones autonómicas sólo una semana después de que la misma asamblea provocara la renuncia de Garaikoetxea a la candidatura, al exigirle someterse a la disciplina del partido.

La victoria de Garaikoetxea, en su pulso de una semana con la dirección del partido, ha estado basada por el unánime apoyo mostrado al lendakari desde las bases nacionalistas, quienes, en sus votaciones los distintos niveles, dieron la vuelta a los postulados iniciales de la asamblea nacional del partido Garaikoetxea obtuvo anoche del máximo órgano de dirección del PNV que: se le eximiera de la disciplina del partido en su gestión d gobierno y que se le facultara para designar libremente a los miembros de su Gabinete.El rostro crispado con que Xabier Arzallus abandonó la asamblea de ayer , en contraste con el semblante relajado de Garaikoetxea, daba a entender que la victoria del lendakari sobre el aparato del partido fue aplastante. Según un comunicado redactado al final de la reunión, el lendakari impuso sus tesis, aprobadas por unanimidad, a cambio de aceptar la existencia de una "estructura permanente de coordinación" entre el partido y el Gobierno vasco. Este acuerdo se preveía como una fórmula conciliatoria para salvar las apariencias de lo que hubiera parecido como una derrota humillante de la dirección del partido. El propio Garaikoetxea declaró al término de la reunión que la decisión adoptada era un "triunfo de todos".

Algunos de los problemas salidos a la luz en la actual crisis constituyen una repetición de los suscitados hace unos años a raíz del conflicto que enfrentó a Xabier Arzallus con el sector que se dio en llamar sabiniano, y que, a su vez, era bastante heterogéneo. Dicho sector se caracterizaba por su empeño en recuperar las señas de identidad ideológicas del primitivo nacionalismo, incluida su filosofía confederal de Euskadi, como agrupación libre de territorios autónomos, identificados éstos con las provincias; por su peculiar radicalismo abertzale, teñido de cierto foralismo de raíces carlistas, y por el conservadurismo social y en materia de costumbres. Estos sectores llegaron a acusar al máximo líder del partido, Xabier Arzallus, de socialista, al tiempo que lo tachaban de cura renegado.

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