_
_
_
_

Walter Mondale parte como favorito entre los demócratas

Aunque el ex vicepresidente Walter Mondale figura como favorito entre las preferencias del electorado demócrata, de momento, a 11 meses vista de las elecciones en EE UU, se considera improbable que pueda desbancar de la Casa Blanca al presidente republicano Ronald Reagan, informa el corresponsal de EL PAIS en EE UU.

"Los sondeos me ponen nervioso, son demasiado positivos", dice con evidente satisfacción el jefe de campaña de Walter Mondale, favorito entre los ocho aspirantes demócratas a la nominación del partido para la candidatura presidencial que el próximo 6 de noviembre deberá enfrentarse, casi con toda seguridad, al actual presidente republicano, Ronald Reagan, claro aspirante a intentar conseguir un segundo mandato de otros cuatro años en la Casa Blanca.Hoy por hoy, siempre según los omnipresentes sondeos de opinión, el que fue vicepresidente durante la Administración Carter, el liberal Walter Mondale, sobresale en todas las encuestas, seguido por John Glenn y Jesse Jackson, en una carrera, en la que, alegando motivos familiares, decidió no participar el senador Edward Kennedy.

La principal cuestión estriba en cómo afrontar la campaña ante Reagan. No es fácil para los demócratas, en un momento en que la economía está en vías de clara recuperación. Tampoco pueden criticar la política exterior, después de que las fracciones demócratas más progresistas del Congreso acabaran reconociendo que Reagan "no tenía otra alternativa" que la denominada aquí intervención en la isla de Granada. La oposición demócrata respecto a la política exterior de Reagan se centra en contra de la continuidad de los marines en Líbano y en el temor ante el peligroso, punto muerto a que han llegado las relaciones entre Washington y Moscú.

Corte liberal

"Si yo fuera presidente llamaría a Andropov para una reunión mañana mismo", dijo Walter Mondale cuando el 21 de febrero de 1983 presentó oficialmente su candidatura a la presidencia de EE UU, en un discurso en San Paul, en su Estado natal de Minnesota.Mondale, de 55 años de edad, que ofrece un programa destinado a combatir el desempleo, reducir el déficit federal, negociar con los soviéticos y potenciar -si cabe- las relaciones con Israel, elude propuestas específicas para la crisis de Centroamérica y apoya las reivindicaciones de las mujeres norteamericanas en su lucha por la igualdad de derechos. Es un político de corte liberal.

Hijo de un pastor metodista noruego, Mondale siguió la carrera clásica de un buen aspirante al poder político en Estados Unidos: abogado, senador, vicepresidente. En una reciente entrevista, Mondale dijo que él no estuvo de acuerdo en la decisión del presidente Carter de iniciar los proyectos para fabricar los nuevos misiles intercontinentales MX, el embargo de cereales a la URSS o la venta a Arabia Saudí de aviones AWACS (controles de radar aéreos).

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Walter Mondale (Fritz para sus íntimos), cuenta con la mejor organización política de los aspirantes demócratas. Antes de que comience realmente la campaña electoral el 27 de febrero, en el Estado de Iowa, Mondale ha recaudado ya unos nueve millones de dólares en fondos (unos 1.400 millones de pesetas). Más importante aún, ha logrado el apoyo de la potente central de sindicatos americanos, la AFL-CIO, con 14 millones de afiliados, el soporte de la organización nacional de mujeres (NOW), en un país donde las mujeres forman el 53% del electorado, de la asociación nacional de maestros y de un centenar de senadores, congresistas, gobernadores y alcaldes demócratas. No en vano los sondeos le dan el 477. de preferencias, sobre el 19% para su inmediato seguidor, el senador y ex astronauta John Glenn.

"La Prensa está demasiado pendiente de los sondeos", comenta con amargura el senador John Glenn, quien no logra arrancar en su campaña entre los demócratas. Glenn, de 62 años de edad, concentra poca gente en sus reuniones políticas. La mayoría para ver, saludar o pedir un autógrafo al ex astronauta y el primer hombre que pisó la Luna.

Glenn confía en que los tres meses iniciales de elecciones primarias, que debutarán a primeros de marzo en el Estado de New Hampshire, pueden marcar un cambio de tendencia, al margen de los sondeos.

Sin embargo, pesan muchas dudas sobre la organización de su campaña y, en el fondo, las posiciones conservadoras de Glenn no se diferencian tanto del actual presidente, Ronald Reagan. El jefe de campaña de Glenn en el Estado de Nueva York dimitió recientemente al negarse Glenn a incluir en su programa la defensa de la comunidad homosexual.

El tercero en el ranking de sondeos, con el 10% de preferencias, es el reverendo Jesse Jackson, de raza negra, que ha irrumpido en la escena electoral con gran impacto entre la comunidad negra de EE UU.

Jackson, liberal, supercrítico con la Administración Reagan y sensible a los problemas del Tercer Mundo, incita, en primer lugar, a que los electores negros se registren, condición previa al voto en EE UU. A pesar del éxito reciente de su misión en Damasco, donde consiguió la liberación del piloto capturado por Siria, sus posibilidades son mínimas.

Vienen en la cola, siempre según los sacrosantos sondeos, el también liberal George McGovern (8% de preferencias), que fue candidato sin fortuna contra el presidente Richard Nixon en las elecciones de 1972. El senador por el Estado de California, Alan Cranston (5%), el senador por el Estado de Colorado, Gary Hart (2%), el ex gobernador de Florida, Reubin Askew (1%), y, sin rozar ni el 1%, el último de la lista, el senador del Estado de Carolina del Sur, Ernest Hollings.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_