El Ayuntamiento de la Laguna, en Tenerife, clausura el 90% de las salas de fiesta
El Ayuntamiento de La Laguna, segunda ciudad en importancia de Tenerife, ha cerrado provisionalmente el 90% de las discotecas, pubs y salas de baile del municipio, por incumplir las medidas de seguridad exigidas por la ley. En el decreto de la alcaldía se fija un plazo de 30 días para que sean efectuadas las obras de acondicionamiento necesarias en dichos establecimientos. De persistir la infracción una vez transcurrido este plazo, serían clausurados definitivamente los locales. El cierre de este tipo de salas en distintos puntos del país ha dado lugar, incluso, al intento de secuestro del alcalde de Barbate (Cádiz) por parte del dueño de una discoteca clausurada.
Según explicó a este diario el alcalde de La Laguna, Pedro González, del PSOE, su ayuntamiento había iniciado, con anterioridad a los sucesos de la discoteca Alcalá 20 de Madrid, una inspección en la zona de Heraclio Sánchez, en el casco urbano del municipio, considerada especialmente conflictiva, al producirse en la misma reiterados hechos delictivos."Habíamos impuesto cierres a horas adecuadas y otras medidas para garantizar la seguridad", indicó. "Lo que hemos intensificado ahora", señaló el alcalde, "es una inspección técnica relativa a la seguridad de estos locales y hemos sido todo lo rigurosos que la ley nos permite".
Sólo tres locales han continuado abiertos al satisfacer las normas exigidas por el reglamento general de policía de espectáculos públicos y actividades recreativas, de 27 de agosto de 1982. Otros 20 locales -que funcionaban como discotecas, salas de fiesta, pubs y sociedades recreativas- se han visto afectados por un decreto de la alcaldía de suspensión de actividades. Estos locales se vieron obligados a suspender a última hora sus anunciadas fiestas de fin de año.
Estas medidas de control sobre salas de fiestas llevadas a cabo por los diferentes ayuntamientos españoles ha tenido una insólita repercusión en la localidad gaditana de Barbate, donde el dueño de una discoteca clausurada, Manuel Quintero, intentó secuestrar a punta de escopeta al alcalde, Serafín Núñez.
Según informa Luis Cátedra, Serafín Núñez cenaba con otros miembros de la corporación municipal para celebrar el fin de año cuando se presentó en el restaurante Manuel Quintero, dueño de la discoteca Madison, armado con una carabina con la que amenazó al alcalde, obligándole a salir del local. Posteriormente entregó las llaves de su automóvil a Serafín Núñez instándole a que se dirigiese a las afueras del pueblo.
Al pasar cerca del ayuntamiento, el alcalde hizo una brusca maniobra con el automóvil que desconcertó al secuestrador, al que consiguió quitar el arma. En un estado de gran nerviosismo, Manuel Quintero se dió a la fuga pero poco después fue detenido y pasó a disposición judicial. La escopeta, sin el seguro echado, estaba cargada con cinco cartuchos.
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