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La ley de Territorios Históricos, talón de Aquiles del PNV

Fundado en 1895, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) ancla su influencia en una compleja red de organizaciones sectoriales que atraviesan en profundidad todos los ámbitos de la sociedad vasca contemporánea. De ahí su enorme influjo ideológico y social, del que su presencia política e institucional constituye sólo un reflejo.Ahora se ha visto que esa vocación de totalidad implicaba la aspiración de cubrir hasta el terreno de la oposición: el propio PNV ha resultado ser la más eficaz oposición al Gobierno nacionalista de Garaikoetxea. De las revelaciones ofrecidas ayer por el lendakari se deduce que ni siquiera el presidente del Gobierno vasco estaba totalmente seguro de que podría aplicar una determinada ley en los términos y de acuerdo con los criterios de interpretación con que fue defendida en la cámara por el propio Gobierno y apoyada por su grupo parlamentario.

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Carlos Garaikoetxea considera prácticamente nulas las posibilidades de acuerdo entre sus posiciones y las del PNV

La ley de Territorios Históricos (LTH), destinada a regular las relaciones entre las instituciones autonómicas comunes del País Vasco, ha sido el talón de Aquiles del Gabinete Garaikoetxea. Prevista su aprobación para el último trimestre de 1980, un primer anteproyecto, previamente pactado entre el Gobierno y la dirección del partido, acabó siendo retirado por el primero ante la rebeldía de influyentes sectores del segundo.

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