Carlos Garaikoetxea considera prácticamente nulas las posibilidades de acuerdo entre sus posiciones y las del PNV

La comparecencia de Carlos Garaikoetxea para explicar, en conferencia de prensa celebrada ayer en Vitoria, las razones de su no aceptación de la candidatura a presidente del Gobierno vasco tuvo aire de despedida. Pese a su esfuerzo por restar acritud a sus expresiones, de sus palabras de ayer parece deducirse que el lendakari da el tema prácticamente por zanjado y que él sería el primer sorprendido si en los días que faltan hasta la asamblea decisiva del próximo sábado se produjera algún acercamiento entre su posición y la de la dirección ejecutiva del PNV. En cuanto a las posibilidades de acuerdo de última hora, Garaikoetxea las consideró prácticamente nulas, "una vez que portavoces significados de la dirección del partido ya han declarado que están buscando otros candidatos".

Garaikoetxea dio gran importancia a las referencias temporales, insistiendo en dejar constancia de que las condiciones de que hacía depender su aceptación de la nominación habían sido claramente expuestas al consejo nacional del PNV, que preside Xabier Arzallus, hace no menos de un mes. De ahí que dejara colgando la pregunta sobre las razones que habían impulsado a dicho órgano a ocultar tales planteamientos a los afiliados en el proceso de asambleas locales y regionales del que salieron elegidos los delegados asistentes a la asamblea nacional del pasado viernes.Dos fueron las condiciones que planteó el lendakari a dicha asamblea: que no se modificara su situación respecto a la disciplina del partido y que la ley de Territorios Históricos (LTH) sería aplicada con arreglo a determinados criterios que sintetizó en cuatro puntos. El propio Garaikoetxea reconoció implícitamente la relación entre ambos temas al referirse a la tramitación de la citada ley como uno de los "momentos más delicados" en las relaciones entre el Gobierno vasco y el PNV.

Sin embargo, según aseguró el Iendakari, se produjo la paradoja de que su propuesta sobre la LTH no suscitó mayor oposición, centrándose todo el debate en la cuestión de la disciplina. "Desafío", dijo Garaikoetxea en este punto, "a que se me diga en qué he vulnerado yo la disciplina del partido. Y si, como es evidente, no la he vulnerado, ni siquiera en los momentos más delicados, ¿a santo de qué se introduce respecto a mi persona dicha variación en el estatus del lendakari?"'.

"Sería pueril", reconoció el presidente vasco, "afirmar que las relaciones entre el partido y el Gobierno hanconstituido una luna de miel permanente, pero las fricciones que han existido se han resuelto de manera satisfactoria y hasta ejemplar por comparación a otras formaciones políticas". Por lo demás, el propio debate sobre la LTH habría puesto de manifiesto esa lealtad del lendakari a su partido, ya que siempre ha estado "dispuesto a abdicar incluso de convicciones personales antes de convertirse en manzana de la discordia para el PNV".

Búsqueda de otros candidatos

La mención que Garaikoetxea había hecho en su nota oficial del domingo a la libertad para elegir a los propios colaboradores como una de las expresiones de la confianza que reclamaba estuvo motivada porque, efectivamente, "el tema de los nombramientos afloró en las conversaciones del mes pasado con la dirección del partido, si bien no como una cuestión concreta, sino de criterios generales".

No es cierto que Garaikoetxea hubiera propuesto como solución la de ser nombrado presidente del partido. "Más bien lo que hubo, y a efectos puramente dialécticos, fue la propuesta inversa: que nombraran candidato a lendakari a lapersona que ostentara la máxima representación interna del partido".

En cuanto a las posibilidades de acuerdo de última hora, Garaikoetxea las consideró prácticamente nulas, "una vez que portavoces significados de la dirección del partido ya han declarado que están buscando otros candidatos". Su posición, expuesta la víspera al pleno de su Gabinete, encontró "el apoyo rotundo y unánime de todos los consejeros, ninguno de los cuales expresó discrepancia alguna". En cualquier caso, y sea cual sea la evolución de los acontecimientos, Garaikoetxea no adelantará la convocatoria de las elecciones autonómicas, "que, con un margen de una semana arriba o abajo, se celebrarán una vez agotados los cuatro años de la actual legislatura".