Funcionario se queja

Hace exactamente un año, el señor ministro de la Presidencia estableció el criterio de que los funcionarios públicos tendríamos 30 días de vacaciones anuales, suprimiendo los tres días que se venían disfrutando durante las fiestas de fin de año. En contra de las promesas electorales de mantener el poder adquisitivo de los funcionarios (que habíamos perdido varios puntos en años anteriores) e incluso mejorar los de los cuerpos más desfavorecidos, entre los que me encuentro, por segunda vez este año que próximamente comienza, veremos reducidos nuestros haberes reales, de mantenerse la anunciada subida del 6,30%, evidentemente seis puntos por debajo del porcentaje de la inflación (caso que no había ocurrido nunca anteriormente a ningún trabajador con los anteriores Gobiernos).Según mi modo de ver continúan manteniéndose ciertos privilegios en determinados sectores de la Administración. Así, en la Administración militar y en la de la policía (incluso su personal civil) disponen de 10 días en estas fiestas y 5 días respectivamente, más los 45 días de vacaciones anuales, con los viajes pagados, mientras que los de la Administración civil ni disponemos de esas vacaciones veraniegas tan amplias ni disfrutamos del mismo permiso de fin de año y ni siquiera se nos concede con base el artículo 70 de la ley de Funcionarios (por no considerarla causa justificada) el pasar las fiestas navideñas con los familiares que residen en diferente localidad.Quienes hemos votado por el cambio que el partido del señor ministro nos prometió tan enardecidamente en las pasadas elecciones nos encontramos con que el cambio no ha sido para mejor, sino que quienes desde tiempos inmemoriales hemos estado mal nos encontramos ahora peor (hasta ahora no hemos tenido más que restricciones). No podemos más que sentirnos defraudados con su gestión, dicho sea respetuosamente. ¿Cuándo va a comenzar el cambio? Si todos somos funcionarios de la Administración del Estado, ¿cuándo vamos a disfrutar todos de los mismos derechos?/