En favor del Tribunal Constitucional

Mucho se ha escrito y dicho sobre el tan traído y llevado asunto de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el caso Rumasa, y son distintas las posturas que al respecto se han ido tomando a favor o en contra de dicha sentencia.La sentencia ha sido fallada, y sin entrar en consideraciones políticas de uno u otro signo que sólo llevan a polemizar más aún sobre el tema, habría que decir que, a pesar de la opinión discordante de muchos, ésta ha sido modelo de mesura, justicia y democracia interna que impera siempre en este Tribunal. En ella se ha recogido la consideración de que estaba en peligro el bien social, así como la extrema necesidad que justificaba el que la expropiación de Rumasa se hiciese por decreto-ley (se antepuso una vez más el bien social de toda la colectividad al bien individual que suponían los intereses y aspiraciones del fundador del holding), y creo sinceramente que no hubo equivocación ni contraposición alguna con los preceptos constitucionales. El interés de la mayoría se ha tenido en cuenta en esta ocasión y ha primado sobre el individualista derecho a la propiedad privada, derecho a todas luces loable y digno de protección, pero que debe quedar supeditado al interés de la colectividad.

La sentencia ha sido dictada, y de nada sirve ahora rasgarse las vestiduras por el resultado de la misma ni hacer vaticinios agoreros por quienes esperaban un fallo contrario al que se ha producido. Si esta vez favoreció las tesis del Gobierno, otras veces no fue así, y a la mente me viene la sentencia sobre la LOECE, estando en el poder UCD, o esa otra más reciente sobra la LOAPA. Tanto en una como en otra ocasión no se habló de presiones al Tribunal Constitucional por parte del Gobierno, y supongo que a éste no se le pasó ni por la imaginación pensar que los resultados adversos, entonces, eran fruto de las presiones de la oposición. Por otro lado, no creo que los magistrados del Tribunal se prestarán, ni entonces ni ahora, a tamaño juego.

Yo pediría a los diputados de la oposición un 'poco más de seriedad, por favor, y más honradez también. Si las cosas no les salieron tal y como pensaban, sepan también perder y no procedan con infundios que no tienen base alguna contra el Tribunal Constitucional, que no son sino producto de una rabieta de colegiales, pero que hacen daño a la credibilidad de aquél y, por extensión, a nuestras instituciones y a nuestro régimen democrático en general. /