Pujol anuncia un acuerdo con el Gobierno que resuelve el conflicto de la valoración de los traspasos

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, confirmó ayer que el conseller de Economía, Josep María Cullell, y el secretario de Estado de Hacienda, Víctor Sevilla, han alcanzado un acuerdo técnico respecto a la valoración de los traspasos a Cataluña que se efectuaron en 1982 con una dotación económica errónea.

Pujol, que se negó a desvelar los términos del protocolo suscrito por Cullell y Sevilla, dijo que el acuerdo está pendiente de una conversación telefónica entre él mismo y Felipe González y que tiene la esperanza de que el pacto entre las dos administraciones se cierre esta misma semana.El conflicto entre la Administración central y la Generalitat surgió en febrero de 1982: el PSOE consideró que los acuerdos alcanzados en la Comisión de Valoración de los traspasos entre el Gobierno de UCD y el entonces conseller de la Generalitat, Trias Fargas, estaban hinchados económicamente.

El acuerdo entre Cullell y Sevilla se ha cerrado al margen de la opinión de Trias Fargas, presidente de la parte catalana de la Comisión de Valoraciones pero desplazado de estas negociaciones, que ha mantenido un discreto silencio pese a considerar que no se debía rebajar el acuerdo de la comisión mixta, que cifraba en 47.000 millones de pesetas la valoración de los traspasos efectuados a la Generalitat hasta diciembre de 1981.

En una conferencia de prensa celebrada ayer, Pujol ratificó que se mantiene de una manera oficiosa la fecha del domingo 29 de abril para la celebración de las elecciones autonómicas catalanas. También expresó su convencimiento de que si las elecciones se celebraran hoy mismo, obtendría una victoria importante: "Durante estos meses pueden pasar muchas cosas, pero si las elecciones fueran ahora, Convergència i Unió se consolidaría de una manera clara y nítida como primera fuerza del país". Añadió que el éxito electoral de CiU dependerá en buena medida de que su Gobierno sepa explicar lo realizado en estos cuatro años. "Si sabemos explicarlo, nuestra victoria será holgada. Si no lo hacemos bien, el resultado es más incierto. Nadie discute hoy nuestra obra de gobierno, ya que es muy importante".

El balance del año es positivo desde la óptica de la Generalitat. Entre las aportaciones citó el funcionamiento de la autonomía, la puesta en marcha del programa del Gobierno catalán, los avances en la normalización lingüística, la ley para los terceros canales de televisión y la sentencia que anulaba total o parcialmente 14 de los artículos de la ley orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA). Como aspectos negativos enumeró el bloqueo en las transferencias y el retraso en el problema de las valoraciones.