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Crece la inquietud por la salud de Andropov tras su ausencia del pleno del PCUS

El jefe del Estado soviético, Yuri Andropov, faltó ayer a la reunión del plento del Comité Central del Partido Comunista de la URSS, dando pie al aumento de los rumores sobre una seria enfermedad, de la que difícilmente podría recuperarse. El líder soviético parece, no obstante, mantener el control político del país, como demuestra el hecho de que en la reunión de ayer varios personajes considerados cercanos a él ascendiesen en la escala de poder del Kremlin.

La agencia oficial soviética Tass recogió un mensaje de Andropov en el que éste se disculpaba por su ausencia de la reunión del Comité Central, que achacaba a "causas temporales". El líder de la URSS, cuyo discurso fue leído ayer por otra persona, no aparece en público desde el pasado 18 de agosto.Diplomáticos occidentales pronostican que Andropov no estará tampoco en condiciones de asistir a la sesión del Soviet Supremo (Parlamento) prevista para mañana. "Estas dos ausencias podrían desencadenar considerables dudas sobre cuánto tiempo puede mantenerse al frente", comentó una fuente occidental.

Oficialmente se ha reconocido que Andropov, de 69 años, no ha asistido desde hace meses a ningún acto público por su indisposición física, aunque también se ha asegurado que se trata sólo de un resfriado. Sin embargo, las sospechas de que el líder del Kremlin sufría una enfermedad grave crecieron notablemente tras su ausencia, el 7 de noviembre, del tradicional desfile militar en la plaza Roja.

Vitaly Vorotnikov y Mijail Solomentsev, ambos íntimos colaboradores de Andropov, fueron ascendidos en la reunión del Comité Central a la categoría de miembros permanentes del Politburó, del que hasta ahora eran sólo suplentes. Estos dos nombramientos, y sobre todo el de Víctor Chebrikov como jefe del KGB, vienen a demostrar que el dirigente sigue, por el momento, al timón de la Unión Soviética.

El otro promocionado en la más importante oleada de nombramientos desde que Andropov rige los destinos de la URSS fue Yegor Ligachov, un tecnócrata que no había destacado particularmente hasta ahora.

Sobre la enfermedad de Andropov se han barajado desde su desaparición todo tipo de posibilidades, entre las que se ha repetido con mayor insistencia el rumor de que sufre una importante dolencia renal. El 18 de agosto, la última vez que fue visto en público, se dijo que Andropov sufría un ostensible temblor en su brazo izquierdo.

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