El jefe del Gabinete ofrece esperanza para 1984

Como en anteriores intervenciones públicas, Felipe González insistió ayer en ofrecer esperanza. "La obligación de un político", afirmó, "es decir que el año que viene va a ser mejor". "Yo me resisto, a hacer un ejercicio premonitorio, pero tengo la esperanza de que vayamos mejorando", manifestó Felipe González al referirse a los temas económicos.Para el presidente del Gobierno, 1983 se salda positivamente en casi todos los objetivos fijados. Destacó el crecimiento del 2% en el producto interior bruto (PIB) y manifestó que uno de los objetivos prioritarios para 1984 es un nuevo crecimiento de ese indicador hasta el 2,5% para que empiece a acelerarse la creación de empleos netos.

Felipe González insistió en que se tia detenido la destrucción del empleo. Por lo que respecta a las relaciones con las centrales sindicales, dijo que la actuación ha estado marcada por algunos elementos de valoración política, tanto en el caso de UGT como en el de Comisiones Obreras. En el caso de UGT, porque se sienten solidarios con el proyecto del Gobierno, aunque siempre existen dientes de sierra en la relación. Me parece saludable esta situación, porque una central sindical no tiene que estar respaldando constantemente al Gobierno. Comisiones Obreras se ha movido a lo largo del año más por razones políticas que sindicales. Por ejemplo, aceptó la reconversión de Bayón y está mucho más en contra de la actual, que es mejor. En algún país se ha dicho que la presencia de los comunistas en el Gobierno era lo que facilitaba la reconversión industrial. Parece que quieren demostrar que tienen fuerza para cuestionar cualquier política".

Al hablar de la oposición, le pareció razonable que Fraga afirme que quiere hacer una oposición más dura. Le pareció también admisible el comportamiento parlamentario durante el año, a pesar de algunas estridencias; pero sacó a relucir una encuesta según la cual el 32% de los consultados manifiesta que en ningún caso estaría dispuesto a votar a Alianza Popular, que el 30% nunca lo haría por el PC y que sólo el 3% jamás lo haría por el PSOE.

En temas de política exterior afirmó que, con respecto a la OTAN, "hemos sido respetuosos con el compromiso de nuestra toma de posesión. La decisión era cortar el proceso de integración en la organización militar (el 80% de lo que es la OTAN), no realizar una política de sillas vacías en el Consejo Atlántico y ocupar nuestro puesto. Hemos mantenido una extremada prudencia, que ha sido bien recibida y apreciada por los países de la OTAN". Del problema de Gibraltar advirtió que no se han producido cambios sustanciales, pero que ha mejorado el clima de relaciones humanas con la población gibraltareña.

En la cuestión de Guinea reconoció que existen reticencias por uno y otro lado, aunque más acentuadas en el caso del país africano, y adriiitió como positiva la integración guineana en el área del franco francés. "Mi intención es despejar iricognitas y aclarar la relación de cooperación con Guinea, fundamentalmente por razones históricas".

Por otro lado, el presidente no excluyó la posibilidad de que en la presente legislatura se plantee la existencia de la televisión privada.