Regalar papeletas del número 1, la manía de Ricardo Recuerdo

Si los niños de San Ildefonso extraen del bombo este año el número 00001 como premio gordo de la lotería de Navidad, miles de personas del madrileño barrio de Chamberí van a llevarse buenos pellizcos. Las verduleras que venden lechugas a las puertas del mercado de Vallehermoso, el torero Paco Camino, el ganadero Victorino Martín, el músico Augusto Algueró, los ancianos del colegio de San Rafael y el propio rey Juan Carlos son algunos de los afortunados a quienes Ricardo Recuerdo, el propietario de la popular taberna-restaurante Casa Ricardo, ha regalado participación de una, cinco, 10 o 25 pesetas del número 00001 del sorteo navideño, como viene haciendo ininterrumpidamente desde 1942.Ricardo Recuerdo nació en un pequeño pueblo toledano, Navalmorales, hace nada menos que 77 años. "En 1920 me vine a Madrid. Fui camarero en la estación del Norte, trabajé en las caballerizas de la Casa Real y en 1923 me hice novillero con el nombre artístico de Ricardo Romero Fre".

Juan Belmonte y Joselito eran entonces los amos de los ruedos. Comenzaba a triunfar Marcial Lalanda. Para Ricardo Romero Fre, no hubo suerte. En un festejo le quebró un bicho dos costillas. Supo así que como matador de toros no tenía futuro, por lo que volvió al quehacer de la hostelería y restauración, aunque entonces no tenía tal nombre.El año 1933 compró por 4.000 pesetas un piso, una lonja y un sótano en la calle de Fernando el Católico. Así nació Casa Ricardo, una taberna en la que han comido y bebido en este medio siglo cuantos famosos del mundo de la farándula y el toreo han pisado la villa y corte. "Compré la cocina en Bilbao por 300 pesetas de las de entonces. Ahí la tiene usted, abollada como yo, pero todavía en uso". ¡Que no se han cocinado en ella toneladas de callos, de morcillas, de riñones, de calamares! Únicamente durante la guerra permaneció cerrada Casa Ricardo, y eso porque queda en zona que fue de combate y trinchera.Lo de la lotería comenzó el año 1942. Ricardo hacía entonces participaciones de cinco y 10 céntimos para regalar a su parroquia. Siempre del número 00001. En otros bares te tomas unos blancos y te ponen una tapita. Aquí, una participación de lotería. "Ha tocado muchas veces, aunque siempre en la pedrea. Si este año toca algo, hago rico a medio barrio. Que está muy repartido".

Y tanto. 25 pesetas, de las 38.000 que ha regalado Ricardo, están en el Palacio de la Zarzuela. "Se lo mando al Rey todos los años porque oí decir, cuando yo trabajaba en las caballerizas de la Casa Real, que su abuelo, Alfonso XIII, estaba abonado a este número". Parecidas cantidades llevan Antonio Ordóñez, Miguel Báez Litri, Paco Camino, Victorino Martín, entre otros. La abundancia de nombres taurinos famosos se explica porque en los años sesenta Casa Ricardo fue lugar de visita inexcusable para todas las figuras del planeta de los toros y, en menor medida, del espectáculo.

Testimonios de ello quedan en las paredes, donde cuelgan fotografias de Manue Benítez El Cordobés, de Santiago Martín El Viti, de Aparicio, de Paulino Uzcudun, de Julio Iglesias. "Como los consagrados del toreo venían aquí a comer muy a menudo, los maletillas que querían hacerse matadores merodeaban por el barrio para ver a sus ídolos. Yo fiché a unos cuantos y me hice apoderado, pero no hubo suerte. No saqué ninguna figura".