La OLP indemniza a los ciudadanos que se vieron afectados por los combates

Además de los 2,5 millones de dólares (375 millones de pesetas) que costó a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) el flete de los cinco barcos en los que embarcaron ayer los fedayin leales, Yasir Arafat ha querido indemnizar a todos aquellos libaneses que han sufrido perjuicios en sus casas o comercios a causa de los combates interpalestinos durante los 47 días del sitio de Trípoli por los combatientes rebeldes y las tropas sirias. En el edificio del Gobierno Civil de la capital del norte de Líbano, Arafat entregó a un representante de Rachid Karame, ex primer ministro y diputado de la ciudad, un cheque por valor de dos millones de libras libanesas (60 millones de pesetas), acompañado de una lista de 894 personas que deberán beneficiarse de la generosidad palestina.El pescador que el 16 de septiembre recogió en alta mar en su barca, posteriormente destruida por un bombardeo sirio, a Arafat y le condujo hasta el muelle del puerto de Trípoli figura en la lista, junto con el director del orfelinato en ruinas del campamento de refugiados de Badaui, conquistado en noviembre por los palestinos sublevados. La generosidad de la OLP abarca también al Ejército , regular libanés, al que, en una breve ceremonia que tuvo lugar ayer en el puerta de Trípoli, le fueron entregadas las armas pesadas de la resistencia diseminadas por toda la ciudad y que ni el Gobierno de Atenas ni las Naciones Unidas habían autorizado a embarcar a bordo de las naves griegas.

Además de este regalo de Navidad, como calificó un colaborador de Arafat la entrega de las armas palestinas a las fuerzas armadas de Líbano, la OLP liberó el lunes por la noche a 39 prisioneros, en su mayoría palestinos disidentes, a cambio de la puesta en libertad de 24 de sus milicianos capturados por sus adversarios.

En la sede del Gobierno Civil, las personalidad tripolitanas saludaron por última vez, ese mismo día, a Arafat y su aliado, el jeque Saald Chaaban, que dirige la milicia integrista del Movimiento de Unificación Islámica, se despidió efusivamente: "Apoyamos", dijo, "a la revolución palestina y aunque usted se vaya ahora de Trípoli estamos seguros de que nos volveremos a ver en Jerusalen".