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El Partido Comunista Portugués adopta una firme política de oposición al Gobierno de Soares

El alineamiento con las tesis soviéticas en el ámbito internacional y la oposición declarada al Gobierno de coalición del socialista Mario Soares constituyen las orientaciones básicas para los próximos tres años surgidas del X Congreso del Partido Comunista portugués, concluido ayer en Oporto con la reelección por unanimidad de Álvaro Cunhal como secretario general del partido.

El número de miembros del Comité Central fue elevado de 133 a 165, manteniendo la norma estatutaria según la. cual más de la mitad de ellos deben ser obreros. La seguridad de las perspectivas a medio y largo plazo es, tal vez, la característica dominante del Partido Comunista portugués (PCP), la que más lo distingue del conjunto de la política lusa y de todos los partidos comunistas de Europa occidental. No hay en los textos y en las intervenciones el menor indicio de autocrítica, que, en todo caso, adopta un tono constructivo.

El PCP es tajant ' e en sus opciones políticas. No apoyará la candidatura de Mario Soares a las elecciones presidenciales de 1985 y las puertas que se abren a una eventual colaboración con el Partido Socialista (JISP) son exclusivamente las de una "unidad por la base". Los comunistas niegan al PSP no sólo el reconocimiento de partido de izquierda, sino también el de partido democrático.

Los comunistas prevén una próxima crisis, que se abrirá con la caída del Gobierno de coalición entre los socialistas y el Partido Socialdemócrata, "condenado al fracaso y a la dimisión" por su política, que "agravó todos los problemas nacionales". El PCP está dispuesto a acelerar esta caída: un delegado lleg6 a hablar de "hacer descarrilar" el Gobierno PS-PSD. Para resolver la crisis, según los comunistas, llay una única alternativa: el Gobierno democrático de salvación nacional, del que sólo se sabe que tendrá que tener en cuenta al PCP.

Hay, dice el PCP, un vacío que debe rellenarse con "la formación de un nuevo partido democrático que consiga irápidamente un amplio apoyo social, político y electoral", porque existen "las condiciones objetivas esenciales para ello". El PCP constata el vacío creado por la derechización del PS, pero no se propone, como intentaron los eurocomunistas, ocupar este vacío con un ablandamiento de sus propias posiciones, una apertura hacia la izquierda moderada y reformista. El PCP quiere seguir siendo el baluarte y la trinchera de la izquierda, para dejar espacio al surgimiento de otras formaciones, que serán, eventualmente, el trampolín para la vuelta de los cornunistas al poder.

En lo que se interpreta como una alusión al Partido Comunista de España, el jefe de la delegación soviética en el Congreso del PCP, el miembro del Politburó Mijail Gorbachov, ha afirmado. que los partidos que abandonan los principios básicos del marxismo-leninismo y,del internacionalismo proletario por motivos coyunturales se enfrentan a los efectos negativos de tal proceder y, a veces, estos cambios llevan al debilitamiento de las posiciones de clase.

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