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"Las salas en sótanos son 'chimeneas' y sus salidas pueden plantear problemas de evacuación"

Diez encargados y propietarios de salís de espectáculos similares a la de Alcalá 20, consultados en la madrugada de ayer sobre los sistemas de seguridad en estos locales, coincidieron en la afirmación de que "estas salas suelen cumplir rigurosamente las medidas requeridas por la legislación vigente, pero el problema se encuentra en los locales situados en sótanos, que son auténticas chimeneas en caso de incendio y cuyas salidas de emergencia, al no tener acceso directo a la calle, pueden provocar serios problemas de evacuación como el ocurrido en la madrugada del sábado". Según fuentes municipales, actualmente en Madrid existen unos 10.000 locales públicos de todo tipo emplazados en sótanos y alrededor de 500 de características similares a la discoteca incendiada.

Según los propietarios y encargados consultados, en las salas emplazadas en sótanos deberían extremarse las medidas de seguridad por razones obvias y las autoridades deberían vigilar también el que en las salas no se permita la entrada a más personas del aforo autorizado, problema éste que ocurre con frecuencia en muchos locales de Madrid.Sin embargo, la legislación vigente contiene importantes lagunas en cuanto a medidas de seguridad y prevención. Actualmente el decreto regulador de salas de espectáculos recreativos está basado en una orden ministerial de 1935 modificada por un decreto del 27 de agosto de 1982 que, según los especialistas. y los propietarios de locales de este tipo, es correcto a niveles administrativos y técnicos, pero deficiente en cuestión de prevención.

La ley de Protección Civil, todavía pendiente de aprobación por el Consejo de Ministros, obligará a los locales públicos a reunir unos sistemas de emergencia y evacuación para acciones de prevención de riesgos, alarmas, evacuación y socorro, pero hasta ahora el proyecto se encuentra en los cajones de los responsables del Ministerio del Interior.

Una de las lagunas de este proyecto, duramente criticada por los expertos, es la falta de precisión sobre la periodicidad de las inspecciones de los citados locales.

En el decreto que será modificado cuando sea aprobada la ley de Protección Civil se especifica que si el aforo excede las 700 personas y no sobrepasa las 1.500, el local debe contar con dos salidas a vías públicas. El número de puertas del edificio será proporcional al de espectadores o asistentes y su ancho mínimo será de 1,20 metros. Asimismo, se especifica que está prohibido el aparcamiento de vehículos en las puertas de los locales, debiendo estar señalizada esta prohibición.

Las puertas de emergencia deberán estar situadas en el interior del local, alejadas de las ordinarias. Todas las materias susceptibles de arder deben ser sometidas a procedimientos de ignifugación y los locales han de tener un extintor cada 25 metros y dos en cada zona diferenciada del local.

Pedro Trapote, director de la sala Joy Eslava, comentaba en la madrugada de ayer que "no creo que ningún propietario sea cicatero en cuestiones de seguridad, sobre todo si ha realizado una importante inversión, pero en determinados locales, por sus emplazamientos y' características particulares, existen imposibilidades físicas para llevar a cabo eficaces sistemas de seguridad y esto debería revisarse rigurosamente".

Pedro Trapote explicaba que "el problema suele provenir de salas antiguas, acogidas a las ordenanzas de la época que, luego, se han ido modificando progresivamente; sin embargo este problema no se dará nunca en salas modernas y emplazadas al nivel de la calle; los sótanos son el peligro. También ocurre que los sótanos son más baratos que los locales a nivel de calle".

Locales antiguos

Según el encargado de la discoteca Siddarta, las inspecciones para conseguir las licencias de apertura son muy meticulosas, así como las siguientes revisiones. "No creo", dice, "que sea problema de revisiones, sino de locales antiguos que deberían ser reformados seriamente y olvidarse de modificaciones para cubrir el expediente".Vicente, el propietario de la, sala Morasol, coincide con los anteriores en que no es porblema de inspecciones y revisiones, sino de locales que estén al nivel de la calle, cuyas salidas de emergencia tengan acceso directo a la calle; los sótanos son chimeneas".

Según pudo comprobar un redactor de este periódico, la mayoría de las salas modernas con acceso directo a la calle, como las mencionadas anteriormente, cuentan con todos los requisitos legales de seguridad: extintores, bocas de riego, detención iónica de un brote de incendio, materiales no inflamables, salidas de emergencia con acceso directo a la calle. Sin embargo existen locales en el centro de Madrid, junto a la sala siniestrada y con sus mismas características, que, aun cumpliendo los requisitos legales, pueden ser objeto de graves riesgos en caso de incendio.

Son sótanos o semisótanos convertidos en discotecas y salas de actuaciones musicales donde las salidas de emergencia tienen que buscarse de la mejor manera posible para pasar las revisiones, pero cuya eficacia en caso de incendio deja mucho que desear. Para Regar hasta la calle, incluso por la puerta principal, se necesitan subir por estrechas escaleras que, en los casos citados, provocaría, como en el caso de Alcalá 20, el cuello de botella y la posible catástrofe.

Algunos de los propietarios coinciden en afirmar que todavía en España. no se han desarrollado realmente las medidas preventivas antiincendios. También es destacable la falta de rigurosidad que las empresas mantienen a la hora de que los aforos permitidos sean ampliamente superados en determinados días, generalmente fines de semana, hecho frecuente en numerosos locales.

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