El sector de pesca de altura del norte de España pide el rechazo del plan para 1984 ante la CEE

Representantes de los sectores de pesca de altura en el norte de España (País Vasco, Cantabria y Galicia) han enviado un escrito a las autoridades de la Secretaría General de Pesca y a los negociadores comunitarios españoles en el que solicitan que "no se acepte el plan pesquero que ofrece la CEE a España para 1980. El lunes día 19 está prevista en Bruselas la tercera ronda de este año sobre el tema pesqueiro, aunque fuentes de la Administración no creen que sea la última si la Comunidad continúa manteniendo las mismas propuestas de reducción de las cuotas y del cupo de merluza y de especies asociadas.

Además de una reducción de 123 a 95 de las licencias y de 8.300 a 7.000 toneladas de merluza, las especies asociadas quedan muy mermadas, al contingentar la CEE las capturas del rape y del gallo, dos de las más importantes. Por otra parte, según se quejan los armadores, la equiparación por la Comunidad del palangrero al arrastrero impide, debido al tipo de barco, que con una licencia puedan faenar hasta tres, como ocurría hasta noviembre pasado, por lo que ahora el número de licencias representará también el número de buques en el mar.Los miembros de la Federación de Armadores y de la CEAPE opinan que la aceptación por la Administración de las condiciones de la CEE tendría como consecuencia inmediata "la aniquilación de más de la mitad de los barcos en actividad a primeros del próximo año". La progresiva desaparición de la flota merlucera de la ventana comunitaria concedida a España por el acuerdo marco de 1978 ha supuesto que de los 416 barcos operando en 1977 se mantienen 323 en 1983. La puesta en funcionamiento de cada uno de estos buques representa una dotación de unos 20 hombres.

La opinión más extendida entre los armadores, y que en parte comparten los responsables de la Administración, es que la política de la CEE tiene como objetivo ir reduciendo progresivamente la presencia de buques españoles en sus aguas, a fin de que en el momento de la integración de España en las Comunidades Europeas esté completamente desmantelada la flota pesquera del norte y noroeste de la Península. Entre tanto, añaden, Irlanda, Inglaterra, Francia, Dinamarca y los Países Bajos introducen en España cantidades masivas de pescado. .

Por eso, entre las peticiones enviadas a la Administración figura el que se "corten las importaciones de pescado procedentes de la Comunidad, teniendo muy en cuenta las de Francia y Dinamarca, mientras no se consiga un buen acuerdo". También se solicita que, si el palangrero es equiparado al arrastrero, el mínimo de licencias que deben concederse a la flota es de 200, para mantener la actividad real de los últimos años.

El sector pesquero solicita que se arbitren mecanismos para que el personal del mar, tierra y administrativo perciba el subsidio de desempleo en el resto del año en que no puede faenar.

El director general de Relaciones Pesqueras Internacionales, Luis Javier Casanova, manifestó ayer a EL PAIS que el Gobierno comparte las inquietudes del sector y tratará de sacar el plan más ventajoso que pueda de la CEE para 1984. "Si el lunes la oferta de Bruselas sigue siendo la misma no cerraremos la negociación", declaró Casanova, para quien habrá que esperar la actitud que pueda existir ahora después del fracaso de la cumbre de Atenas, aunque se duda que haya variaciones.