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Posible enfrentamiento entre España y Argelia a causa del contrato de aprovisionamiento de gas

En medios argelinos y españoles de Argel se tiene la impresión de que España y Argelia se encaminan hacia un enfrentamiento a causa del contrato de aprovisionamiento de gas hispano-argelino. Se trata de un enfrentamiento que nadie desea, y que por el momento parece existir la voluntad de limitar al mínimo. Franceses, italianos y belgas contemplan la controversia hispano-argelina con gran interés porque de ella sólo España puede salir perjudicada, y ellos, beneficiados.

Argelia entiende que existe un contrato entre Enagás y Sopatrach argelina, ratificado por ambos Gobiernos, y que al margen de cualquier solución que se encuentre, existe para España la obligación de cumplirlo. La posición argelina, han declarado fuentes de la mayor solvencia, se resume en que, "en primer lugar, no somos nosotros los que hemos creado el problema, sino Enagás y el Gobierno español al querer revisar las cantidades de gas que se comprometieron contractualmente a tomar. Segundo: Enagás paga un precio muy bajo por el gas que retira, y la prolongación de la actual negociación, por tanto, le beneficia. Tercero: Argelia espera una nueva proposición española, tal como se lo ha prometido, y no al revés. Y finalmente, Argelia no puede salir perdiendo, y el Gobierno español ha de darle un enfoque político a este problema para encontrar una solución, entre otras cosas porque el Gobierno español se ha mostrado muy respetuoso con todos sus otros compromisos internacionales, y este compromiso con Argelia no debe ser una excepción".Las mismas fuentes precisaron que el contrato entre Enagás y Sonatrach comporta una cláusula de take or pay (toma o paga). "España nos dijo", añaden las mismas fuentes, "que no le era posible pagarnos los aproximadamente 500 millones de dólares anuales de compensación por las cantidades de gas no retiradas, aunque exigir ese pago, por nuestra parte, sea perfectamente legal". Esta fuente oficial argelina indica que, debido a ello, las plantas argelinas creadas para el suministro a España funcionan a un tercio de su capacidad.

Argelia, mientras tenían lugar estas conversaciones con España, había concluido con Francia e Italia la negociación del nuevo precio del gas. "Dábamos por supuesto", afirma la fuente citada, "además de conformidad con el contrato Enagás-Sonatrach, que la parte española aceptaría ese precio. ¿Por qué habríamos de conceder un precio especial a España, que además sólo toma un tercio de las cantidades que se comprometió a tomar?".

La parte española no ha argumentado, según los argelinos, que el precio pagado por los europeos es un precio político, una especie de regalo a Argelia. "El gas", afirma la fuente argelina, "es, sin embargo, una mercancía que se rige por el precio internacional, y, por otra parte, conceder un precio especial a España sería poner en tela de juicio los contratos que tenemos firmados con Francia e Italia".

Después de la visita a Argel de Alfonso Guerra, España y Argelia decidieron que harían una evaluación de común acuerdo del perjuicio causado a Argelia, "pero entonces hemos constatado que la parte española ni acepta el precio europeo del gas ni tampoco quiere comprometerse a pagar todo el perjuicio que nos ha causado, y nos ha presentado ofertas muy inferiores a éste".

Los responsables argelinos opinan que la parte española contempla este problema desde un punto de vista técnico y no como parte del conjunto de las relaciones bilaterales entre los dos países. De acuerdo con ellos, "la lentitud que España pone en la negociación es porque el precio actual le favorece. ¿Cómo es posible que Enagás afirme que pierde dinero pagando un precio por el gas más bajo que el europeo?".

En septiembre pasado, el ministro de Energía argelino viajó a Madrid, y su homólogo, Carlos Solchaga, le presentó una propuesta, global de solución. Como era una propuesta muy genérica, Argelia solicitó que viniera a Argel una delegación técnica para precisar detalles. El secretario general de la Energía, Martín Gallego, vino y presentó una proposición que desde el primer momento, y "con toda claridad, Argelia rechazó de plano".

"Después de ello, el embajador español en Argel nos comunicó que no nos molestáramos en contestar a esa propuesta, que ya habíamos rechazado, porque el Gobierno español se disponía a hacer otra proposición", continúan las fuentes de Argel. "Esta nueva proposición es la que esperamos ahora, y por eso creemos que sugerir a la opinión pública española, como se ha sugerido a través de la Prensa, que es España la que espera una respuesta no se ajusta a la realidad.

Suspensión norteamericana

Por otra parte, la compañía norteamericana distribuidora de gas Panhandle Eastern ha decidido "suspender unilateralmente las importaciones de gas argelino", según una nota oficial del consorcio estatal argelino Sonatrach dada a conocer ayer en Argel.El precio del gas y las cantidades a retirar (4.500 millones de metros cúbicos anuales durante 20 años), que la compañía Panhandle Eastern quiere reducir, parecen ser, de acuerdo con la nota de Sonatrach, los problemas que han llevado a esta decisión de la empresa norteamericana.

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