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Uno de los policías detenidos en Hendaya dice que el "accidente" echó abajo su misión

Jesús Alfredo Gutiérrez Argúelles, uno de los cuatro policías españoles puestos en libertad el pasado jueves por la Justicia francesa tras haber permanecido acusados de agredir en Hendaya al presunto etarra José María Larretxea, afirmó ayer en Barcelona que "el accidentado encuentro con ese hombre fue casual; echó por tierra toda la operación y fue lo que dio una idea desproporcionada de nuestra presencia en Francia".El policía recalcó, poco después de haberse entrevistado con el jefe superior de policía, que su presencia en el sur de Francia se debía a "una operación de información ordenada por nuestros rnandos".

También dijo que el jefe superior de Bilbao, Francisco Álvarez, fue quien le propuso para la misión, que aceptó "sin reparos". El inspector lamentó "que tengamos que ir a Francia para recabar información", y aseguró que ETA pm VIII Asamblea "amenazó al juez que llevaba el caso para que no nos dejaran en libertad".

Gutiérrez Argüelles, inspector de segunda que antes de ser enviado a Francia ocupaba una plaza en la comisaría de Sant Andreu, en Barcelona, ha asegurado que "a partir de ahora tendré otro destino, por cuestiones de seguridad". Tranquilo, relajado, y seguro de sí mismo, el policía, de 30 años de edad, explicó ayer que el objetivo de la operación que tenían encomendada era simplemente informativo, y que no obraron con la intención de secuestrar a José María Larretxea Goñi, presunto dirigente de ETA pm VIII Asamblea.

Gutiérrez Argüelles explicó que el encuentro con Larretxea "se produjo en una carretera muy poco transitada. Chocamos con aquel hombre y al ir en su ayuda y comprobar que éramos españoles comenzó una discusión que terminó cuando dos policías franceses nos detuvieron a todos y nos llevaron a la comisaría".

Los cuatro policías españoles excarcelados el jueves de la prisión de Pau (Francia), donde han permanecido 51 días, manifestaron en Zaragoza, adonde llegaron en la noche del jueves, que el suceso que les llevó a la cárcel fue "un simple accidente de tráfico con una riña posterior. Al comprobarse posteriormente la identidad de la víctima, a quien no conocíamos, y la nuestra, se modificó la situación", informa Javier Ortega desde Zaragoza. Los cuatro agentes insistieron en que todo fue "un accidente mal interpretado. Se han exagerado y tergiversado los hechos; en primer lugar, por los propios terroristas, que muy hábilmente movieron los hilos y se aprovecharon de lo ocurrido; y, después, por la premura a la hora de sacar conclusiones".

Los cuatro agentes, indicaron que desconocían los motivos por los que fueron puestos en libertad y que su abogado se enteró de la excarcelación después que ellos.

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