Xavier Roberts
es el diseñador de la muñeca irrepetible, una creación que está revolucionando el mercado navideño norteamericano. Se trata de un juguete hecho por una computadora, con el fin de que no salgan dos iguales. El sutil mensaje psicológico de sus publicistas consiste no en que el crío de turno juegue con ella, sino en que la adopte, para lo que ha sido presentada por dos hombres vestidos de ginecólogos y se vende con papeles de adopción y certificado de nacimiento. La muñeca, cuyo nombre podría traducirse por repollo de trapo, cuesta 20 dólares.
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