Golpe de gracia a los monopolios

La ley sobre la Transparencia y el Pluralismo de la Prensa ha desatado en Francia furias políticas, que continuarán durante meses en la Asamblea Nacional, donde se debatirá en las próximas semanas, y en los medios profesionales. Para realizar sus objetivos, la ley prevé una comisión pluralista que decidirá sobre los litigios profesionales.Conviene anotar que la normativa referida afecta sólo a una parte de la Prensa escrita los diarios, y semanarios de información general y política. Para conseguir el resultado anunciado (transparencia y pluralismo), los diarios y semanarios tienen que someterse a una serie de reglas:

1. Transparencia: hay que hacer públicos los capitales de las empresas periodísticas. Los asalariados de un diario podrán saber todo lo concerniente al funcionamiento económico. Los lectores también podrán enterarse de algunas informaciones del mismo tipo, que el periódico deberá publicar.

2. Limitación de monopolios de, Prensa: una persona o grupo no podrán ser dueños, al mismo tiempo, de un diario de cobertura nacional y de otro regional. Se podrá poseer hasta tres diarios nacionales, pero si no sobrepasan la tirada de 300.000 ejemplares en total. La limitación en la Prensa regional establece un techo del 15%.

3. Todas las empresas de Preri -sa tendrán que dotarse de una re -dacción autónoma, y un periódico, en consecuencia, no podrá salir a la calle sin tener una redacción (ea Francia se da este caso: el diariD L'Aurore se alimenta de Le Figaro, por ser del mismo propietario).

4. Se creará una comisión plurelista para aplicar la ley. Se compondrá de seis miembros: uno nombrado por el presidente de la República, quien también designará el presidente de la comisión; dos miembros más serán nombrados por los presidentes del Senado (derecha) y de la Asamblea Nacional (izquierda). Los otros tres procederán de las grandes jurisdicciones del Estado. Las penas de los eventuales infractores llegan hasi a un millón de francos de multa (19 millones de pesetas), y cárcel en algunos casos.

Dos grupos se convertirán en acusados desde el día que la ley entre en vigor: el trust Hersant (19 diarios, varios semanarios, hasta acaparar el 20% de los lectores franceses) y el grupo que edita Le Parisien Liberé.