José Guerra Campos

obispo de Cuenca, ha sido agraciado con las 400.000 pesetas del premio gastronómico Tormo de Oro, que organiza el restaurador conquense Pedro Torres. El obispo no se ha llevado el premio por sus dotes culinarias ni por hacer demostraciones de que, según el dicho popular, come como un cura, sino porque el galardón, destinado al artículo periodístico o espacio de radio o televisión que mejor cante la cocina de la provincia, ha quedado desierto, y los estatutos prevén que, en tal caso, la dotación vaya al titular de la diócesis. Se ignora si tales estatutos llevan el imprimatur o si sus redactores han conseguido indulgencia plenaria, pero lo que puede darse por seguro es que los promotores de semejante subsidiariedad gastronómico-eclesial figurarán en todas las oraciones del ultraderechista obispo de Cuenca.