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El accidente del 'jumbo' de Avianca en Madrid

Quedan más de 160 cadáveres sin identificar y ocho entre los restos del fuselaje del 'jumbo' colombiano

183 muertos y 11 supervivientes es el balance provisional del, accidente de aviación ocurrido en la madrugada del domingo en las cercanías del aeropuerto madrileño de Barajas. Sólo ocho de las víctimas habían sido identificadas a última hora de la tarde de ayer y todavía permanecían otros ocho cadáveres entre los restos del fuselaje cuando se interrumpieron los trabajos de rescate, a las siete de la, tarde. El avión siniestrado es un Boeing 747 de la compañía colombiana Avianca. El aparato cumplía el vuelo 011 París-Madrid-Caracas-Bogotá con conexiones en Lima (Perú) y Santiago de Chile. El avión hizo el vuelo a Madrid con 194 personas a bordo, de distinta nacionalidad, de ellas 20 tripulantes. El avión se estrelló a la 1.04 horas, cuando volaba a unos 600 metros de altura sobre la localidad madrileña de Mejorada del Campo. Una pasajera venezolana, Carmen Navas, de 31 años, que salió por su propio pie del desastroso escenario de la catástrofe, sólo acertaba a exclamar entre los escombros tres cifras: "747, 747, 747".

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El accidente se produjo, según todos los indicios, como consecuencia de una rápida pérdida de altura del aparato, originada, al parecer, por la coincidencia de varias anomalías, entre las que destaca el posible fallo de un motor. Una pasajera que salvó su vida junto a su marido y dos hijos, Elizabeth Neger, aseguró ayer que vio un motor del avión en llamas poco antes de que se estrellara.El vuelo protagonista de esta tragedia procedía de París, debía hacer una escala en Madrid y habría de proseguir hacia Bogotá, después de haber recogido en la capital de España a un grupo de pasajeros, entre los que se hallaban escritores y académicos que iban a participar en Colombia en un homenaje a la generación literaria española del 27. Al menos tres españoles figuran entre los fallecidos identificados, aunque la cifra podría elevarse, dado que en Barajas debían descender unas 15 personas de apellido castellano; las dificultades ole identificación impiden asegurar estos extremos. Avianca ha dado una lista de nombres de los pasajeros cuyo embarque había sido registrado en París. Aunque es prácticamente imposible determinar las nacionalidades de los fallecidos, los primeros datos indicaban ayer los colombianos son los más numerosos pasajeros del avión siniestrado, donde también viajaban un grupo de italianos, de franceses y de suecos. Según informaba anoche el Ministerio de Asuntos Exteriores de Suecia, se trata de un grupo de 23 suecos, entre ellos cinco parejas que acudían a Colombia a recoger niños que habían adoptado.

Los trabajos de identificación de los cadáveres se prolongarán al menos durante 10 días. En él colaboran familiares de los muertos, que ayer llegaron desde distintos puntos. Ayer, a las 19.25 horas, fueron, suspendidos los trabajos de rescate en Mejorada del Campo porque la visibilidad hacía imposible su continuación. Hasta ese momento habían sido rescatados 175 cadáveres.

Para efectuar el rescate de los cadáveres, en medio de un frío cortante y de un ambiente en el que se mezclaba el clima desapacible de la zona con el horror de las imágenes producidas por la indescriptible catástrofe, fueron utilizadas grúas de 50 toneladas para intentar el desplazamiento del fuselaje del avión siniestrado, que pesaba 17 toneladas. El fuselaje se resquebrajó cuando se trató de levantarlo. Cuando fue alzado aparecieron bajo el fuselaje tres cadáveres. Las maniobras de rescate fueron dificultadas por la enorme afluencia de público curioso.

La Administración ha designado a sus representantes en la comisión investigadora, que preside el ministro de Transportes y Comunicaciones, Enrique Barón. Dichos representantes son el director general de Aviación Civil, Pedro Tena; el secretario general de la Comisión de Investigación de Accidentes Aéreos, José Bellido, y el controlador aéreo del centro de Paracuellos de Jarama, Agustín Plaza. Con el fin de asistir al equipo investigador español, la compañía aérea escandinava SAS envió anoche a Madrid a tres de sus técnicos, al igual que la compañía colombiana Avianca, que envió a dos norteamericanos adscritos a la entidad que entiende de los temas relacionados con la seguridad de los vuelos, y un equipo investigador de la propia compañía.

Según una nota difundida por la compañía Avianca, el piloto del avión siniestrado, Tulio Hernández, tenía 35 años de experiencia.

El Juzgado de Instrucción número 2 de Alcalá de Henares se ha encargado de las diligencias relacionadas con este siniestro. Las cintas con las conversaciones mantenidas entre el avión colombiano y la torre de control del aeropuerto de Barajas han sido recogidas y precintadas por la autoridad judicial. Igualmente han quedado a disposición judicial las cintas que recogen los contactos mantenidos con el centro de control de Paracuellos de Jarama, en la provincia de Madrid.

Los 11 supervivientes

Los supervivientes del accidente aéreo en Mejorada del Campo, entre los que no se encuentra ningún miembro de la tripulación, eran ayer 11, de los 194 ocupantes del jumbo.Los internados en la Clínica Asepeyo son: Patrick Neger, francés, de 29 años, pronóstico grave; Elisabeth Neger, esposa del anterior, 26 años, grave; Katty Neger, hija del matrimonio, tres años, grave; Hugo Bernal, colombiano, 40 años, menos grave; Beatriz Boniol, francesa, 4 años, grave. La evolución de todos ellos era a última de ayer estaba en estado estacionario dentro de la gravedad.

En la misma clínica hay internado un policía nacional, cuyo nombre no ha sido facilitado, intoxicado por monóxido de carbono y afectado psíquicamente por el drama, en el que intervino en tareas de socorro.

Los atendidos en el Hospital del Aire son: Marta Palma Vergara, argentina, 34 años, grave; Diego Pocca, 8 años, hijo de la anterior, argentino, grave; Carmen Navas de Garlich, venezolana, 31 años, menos grave, y Peter Steinman, alemán, 45 años, muy grave. Todos, también, en estado estacionario.

Por último, en la ciudad sanitaria La Paz permanecía ayer el niño Ludovic Neger, francés, de 23 meses, segundo hijo del matrimonio que se ha salvado, cuyo estado era "recuperable dentro de la gravedad". Ludovic tiene una profunda herida en la zona occipital, con pérdida de la sustancia ósea, y quemaduras múltiples en la espalda.

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