Dedicación exclusiva

El 29 de septiembre de 1983, la Junta de Gobierno de la Universidad Complutense aprobó una resolución dictando el procedimiento a seguir para la recogida de firmas de asistencia a clase por parte de los profesores. Entre otros puntos, en esta resolución aparecen los dos siguientes:1. Los profesores titulares de grupo deberán firmar los días que tengan clase.

2. Los profesores de prácticas deberán firmar -con arreglo a las tareas que se les hayan asignado -por el departamento- Para el profesor con dedicación exclusiva deberán constar al menos tres firmas por semana, y para el de plena, dos.

Pensamos que la finalidad última de esta resolución es el control, por parte de la junta de gobierno, de la actividad docente del profesorado que es pagado por el ministerio o la universidad. También pensamos que es intrínsecamente bueno que la Administración ejerza un control sobre el dinero que paga y la actividad que por este pago se debe desarrollar.

Somos conscientes de que el presente curso va a ser de transición por iniciarse la aplicación de la ley de Reforma Universitaria. Pero también opinamos que debe ser la Universidad. la protagonista de esta puesta en marcha de la ley, coincidiendo en ello con el actual equipó ministerial. En esta línea, desearíamos hacer las siguientes puntualizaciones:

1. No entendernos cómo la junta de gobierno se da por satisfecha con tres firmas por semana para un profesor dedicado exclusivamente a la Universidad. Pensamos que esta exclusividad no se puede despachar con tres mañanas de dedicación a su actividad, a menos que la junta de gobierno considere que lo pagado por esta dedicación no cubre un tiempo mayor.

2. Esta resolución encubre la diferencia, que de hecho existe, entre los profesores que diariamente dedican al menos ocho horas a su actividad en la Universidad y los que únicamente se pasan por ella durante tres mañanas.

3. De acuerdo con el espíritu de la LRU, y tal como explicitó el actual presidente del Gobierno en la apertura del presente curso, las prioridades en las actividades propias de la Universidad deberían ser: investigación, docencia y formación de profesionales. Opinamos que la presente resolución de la junta de gobierno no sólo no favorece la aplicación de esa línea de prioridades, sino que entra en abierta contradicción con la misma.

4. Es un hecho aceptado que en las mejores universidades del mundo el único criterio utilizado para la valoración de la actividad del profesorado es la productividad -científica, técnica o cultural-. Resulta sorprendente que para la actual Junta de Gobierno de la

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