El gobernador civil de Vizcaya asume la responsabilidad de la violenta actuación policial del domingo en Bilbao

El gobernador civil de Vizcaya, Julián Sancristóbal, manifestó ayer que asumía plenamente la responsabilidad de la actuación policial que causó varios heridos entre los participantes en una manifestación Por la paz y contra la OTAN, celebrada el domingo en Bilbao. Entre los heridos se encuentran dos redactores gráficos, que fueron golpeados mientras realizaban labores profesionales. Unos 100 informadores presentaron ayer a Sancristóbal un escrito sobre los hechos. El PCE ha pedido la comparecencia en el Congreso de los Diputados del ministro del Interior y del gobernador civil de Vizcaya para informar sobre los hechos.

Cien informadores se concentraron ayer frente a la sede del Gobierno Civil de Vizcaya para entregar a Sancristóbal un escrito en el que expresan su protesta por la "represión brutal e indiscriminada de la que fuimos testigos y víctimas" en la manifestación Por la paz y contra la OTAN, disuelta el domingo en Bilbao por la Policía Nacional.Por otra parte, los diputados comunistas presentaron ayer una pregunta al Gobierno sobre los incidentes ocurridos durante la manifestación de Bilbao. El secretariado del Comité Central del PCE expresó su "absoluto rechazo" por la actuación de la Fuerzas de Orden Público en Bilbao, que disolvieron "con inusitada violencia y de forma indiscriminada una manifestación autorizada". También acordó solicitar la urgente comparecencia del ministro del Interior en la comisión correspondiente del Congreso, para tratar de la política antiterrorista y de orden público desarrollado por su departamento en el País Vasco. Se decidió, asimismo, solicitar la comparecencia del gobernador civil de Vizcaya en la citada comisión.

El escrito de los informadores bilbaínos denuncia el comportamiento policial, en general -que incluyó "la agresión a particulares indefensos que no intervenían en los gritos de '¡Gora ETA!', e incluso a personas ajenas a la manifestación"-, y la agresión sufrida por varios informadores, en particular. Los informadores bilbaínos reclaman "las correspondientes responsabilidades tanto a los autores directos como a quienes impartieron las órdenes que determinaron la actuación policial".

El texto solicita también la "eliminación de las actuales trabas para el libre desarrollo de nuestra profesión" y alude a la "constante hostilidad que las fuerzas de seguridad del Estado demuestran a los representantes de los medios de comunicación, con constante petición de la credencial gubernamental, fuera de uso en la actualidad, y alusiones a supuestos vínculos con frases como 'Sois unos etarras en potencia' ".

Ante la insistencia de los periodistas, el gobernador aseguró que cada vez que tengo constancia de situaciones como la que denunciáis, abro una investigación con informaciones contrastadas y lo paso a los mandos para que apliquen las responsabilidades a que hubiera lugar". Respecto a las garantías que para su trabajo profesional exigían los informadores, Julián Sancristóbal afirmó: "Yo lo que puedo garantizar es que siempre he dado órdenes, y que las reiteraré, de que se respete escrupulosamente el trabajo de los periodistas. Ahora bien, si mañana volvéis aquí diciendo que os han golpeado en la calle, lo único que puedo hacer es abrir una investigación, porque yo no estoy en la calle y no puedo asegurar que una cosa ocurrió de tal o cual manera".

Versión de un magistrado

Según Sancristóbal, en ningún momento se negó a recibir a una comisión encabezada por el diputado Juan Infante, cuya presencia, aseguró, no le fue notificada. Como prueba de que "no es mi, estilo rehuir la responsabilidad, y menos negarme a recibir a alguien", dijo haber recibido el domingo a mediodía "a un magistrado y su mujer, que pidieron verme para darme su versión de lo ocurrido en la manifestación".Ese magistrado, según comprobación realizada por EL PAIS, fue el juez Juan Alberto Belloch, quien estuvo en el gobierno civil a las dos de la tarde en compañía de su mujer, Maite Ollé, y fue testigo directo de los hechos. Según la versión de la conversación ofrecida por esta última, el gobernador escuchó en silencio su narración y aseguró que sus órdenes eran que, si se producían gritos de apoyo a ETA o similares, se cortase la manifestación en bloques, invitando a continuación a los presentes a disolverse pacíficamente y, en todo caso, deteniendo a quienes se resistieran, pero sin cargar contra la marcha ni golpear a los asistentes.

La Inspección General de la Policía Nacional ordenó ayer la apertura de un informe interno sobre los sucesos registrados durante otra manifestación -un acto pacifista desarrollada en Bilbao ocho días antes- "con el objeto de delimitar las responsabilidades en las que hayan podido incurrir algunos policías, que serán sancionados si no actuaron correctamente", según comentaron ayer fuentes de dicha inspección.

Un alto mando de la Policía Nacional dijo que lamentaba mucho el hecho de que entre los heridos por la dura acción policial se encontraran algunos periodistas, y añadió: "El policía es un ser humano, y cuando actúa en esas circunstancias a veces se ciega... Y en esta ocasión alguien pudo perder los nervios al ver que los fotógrafos le hacían fotos cuando golpeaba a otras personas".

El mismo mando señaló que, como ya se hizo en anteriores ocasiones, los periodistas que acuden a actos de ese tipo debían ir bien identificados, incluso con algún tipo de petos de colores que puedan distinguirse claramente.

También la Asociación de Fotógrafos Profesionales de Prensa y Medios de Comunicación de Cataluña expresó ayer su condena por la agresión que el domingo sufrieron dos periodistas gráficos mientras realizaban la cobertura informativa de la manifestación de Bilbao.