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2.000 personas se concentraron en San Cristóbal para pedir la libertad de nueve detenidos y la expulsión de los gitanos

Cerca de 2.000 personas se concentraron ayer a media tarde en la plaza de los Pinazo, en el barrio de San Cristóbal de los Ángeles, para exigir la puesta en libertad de las nueve personas detenidas la noche anterior durante los choques entre manifestantes y fuerzas antidisturbios de la Policía Nacional. La concentración, que se efectuó ante las oficinas de la Junta Municipal de Distrito, tenía por objeto reivindicar también la expulsión de las familias de raza gitana del barrio. Un fuerte cordón policial y una compañía antidisturbios de reserva protegió la torre chica, donde residen cinco familias gitanas, en torno a la cual se registraron los disturbios del jueves y el viernes. Las autoridades estudian el traslado de estas familias a otro lugar.

Grupos de jóvenes exaltados protagonizaron pequeños incidentes durante toda la tarde. Los jóvenes profirieron gritos para exigir la libertad de los nueve detenidos, cuya identidad no han facilitado ni la policía ni la asociación de vecinos. La prudencia de la policía y los esfuerzos de los responsables de la asociación citada consiguieron evitar mayores enfrentamientos. La calle Beniferri, donde se encuentra el inmueble, fue cortada al tráfico por la policía.Un directivo de la asociación de vecinos dialogó durante unos momentos con el oficial que mandaba los efectivos policiales para pedirle que no respondieran a los insultos y provocaciones aisladas. Los miembros de la asociación hicieron visibles y constantes esfuerzos para impedir que los concentrados se fueran desplazando hacia la torre chica, donde podía estallar de nuevo el conflicto. Un portavoz negó las afirmaciones de otros vecinos del barrio, según los cuales uno de los directivos había convocado la manifestación del pasado jueves contra los gitanos mediante un megáfono y diciendo que "hay que matarlos a todos".

Los comentarios de los vecinos reclamaban la presencia del concejal presidente de la Junta Municipal de Distrito, Manuel Rodríguez Franco, cuya asistencia, al parecer, no se había solicitado de forma oficial.

Rodríguez Franco desmiente a asociaciones gitanas

Por otra parte, Manuel Rodríguez Franco, concejal socialista y presidente de la Junta Municipal del Distrito de Mediodía, del que forma parte el barrio de San Cristóbal de los Ángeles, declaró ayer que "es falsa la imputación que me han hecho el presidente de la asociación Integración Gitana, Enrique Maya, y un portavoz de Presencia Gitana, según las cuales he negado el ingreso en colegios de la zona a niños gitanos". Rodríguez Franco explicó que su incorporación a la Junta de Mediodía se produjo en el mes de junio, "cuando la totalidad de las plazas escolares se encontraban asignadas".El concejal informó que ha hecho gestiones para celebrar el lunes una reunión, con presencia del gobernador civil, José María Rodríguez Colorado; del director provincial del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, Santiago de la Fuente, y "representaciones cualificadas de las familias gitanas y los vecinos del barrio", para estudiar alguna solución de fondo.

Rodríguez Colorado declaró ayer a Europa Press que está estudiando la posibilidad de trasladar a las familias gitanas a otras viviendas. El gobernador civil explicó que la razón de escoger al colectivo gitano para el traslado "es que es el más pequeño de los dos". Sobre los enfrentamientos iniciados el jueves por la noche, indicó que los manifestantes "nos estuvieron pegando la paliza hasta las 3.30 de la madrugada" y dijo que algunos habían lanzado contra la policía piedras y bolas de acero.

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