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Graves enfrentamientos entre los vecinos 'payos' y gitanos de San Cristóbal de los Angeles

Los vecinos payos y la comunidad gitana del barrio de San Cristobal de los Angeles protagonizaron ayer fuertes enfrentamientos después de que una joven paya fuera agredida al avisar al propietario de una furgoneta de reparto que varios muchachos de raza gitana le estaban robando la mercancía. A últimas horas de la noche de ayer, los vecinos payos de la zona se concentraron frente al bloque en el que viven las familias gitanas, volcaron una furgoneta y un turismo y apedrearon las ventanas del edificio. A pesar de la presencia de la Policía Nacional y Municipal, que Negaron a concentrar unos 150 hombres, uno de los ocupantes del bloque disparó su escopeta cuatro veces contra los concentrados sin herir a nadie. El autor de los disparos y cinco personas más fueron detenidos.

La causa inmediata de los sucesos ocurridos en la noche. de ayer fue la agresión sobre el mediodía de ayer sufrida por Maribel Guerrero, de 30 años vecina del parque Lisboa que había acudido al barrio de San Cristobal a ver a sus padres y abuelos. Según informó la abuela de la agredida, su nieta fue golpeada cuando al pasar por el mercado de la calle Beniferri vió como unos niños gitanos robaban de un camión de mercancías varios envases de leche.La mujer que iba acompañado de sus hijos de cinco y siete años avisó entonces al propietario del vehículo que se encontraba en el interior del mercado. A su salida y a los gritos de chivata, chivata cinco mujeres y un hombre golpearon en la cara y espalda a Maribel Guerrero al tiempo que le mordían en las manos.

La agredida, con la cara ensangrentada se trasladó a casa de sus padres, cercana al mercado, y se refugió en el portal. Posteriormenete fue atendida en la Casa de Socorro y presentó la correspondiente denuncia en comisaría.

Por la tarde, cuando la agredida había vuelto a casa de sus padres, los hermanos de ésta decidieron salir para acompañarla hasta la farmacia. En el camino de vuelta, según declaró una de las hermanas vieron a una de las agresoras gitanas de la mañana por lo que se dirigieron hacia ella y tras un enfrentamiento verbal la golpearon. Minutos más tarde Varios gitanos salieron del bloque que ocupan, situado junto al mercado y se dirigieron a casa de la familia de Maribel Guerrero, cuyo portal fue apedreado en medio de fuertes insultos.

Poco a poco los vecinos payos del barrio comenzaron a concentrarse en la zona y, a pesar de los intentos de los representantes de la asociación de vecinos, pugnaron por entrar en el bloque habitado por unas cincuenta familias de raza gitana. Una furgoneta Ebro, matrícula de Guadalajara 6824 B y un turismo Morris matrícula de Madrid 745857 fueron apedreados, golpeados y finalmente volcados. Las ventanas y persianas de los pisos bajos del inmueble fueron rotas a pedradas. En ese momento desde uno de los pisos un hombre, cuya identidad se desconoce, efectuó cuatro disparos que no llegaron a herir a nadie. Miembros de la Policía Nacional destacados en la zona penetraron entonces en el bloque y según manifestó después el comisario del distrito detuvieron a seis personas entre ellas al presunto autor de los disparos a quien se ocupó una escopeta de caza, al parecer con la licencia en regla.

Los disparos hicieron que aumentara la tensión y los. concentrados continuaron apedreando las viviendas a pesar de que el cordón policial fue incrementado por las dotaciones de unos 60 vehículos de Policía Nacional- y Municipal. Efectivos antidisturbios intentaban contener a unas 700 personas que a los gritos de fuera, fuera intentaron en algún momento romper la barrera policial. Cada ventana rota era seguido de los gritos de otra, otra, y en algún momento se llegó a temer que los incidentes se volvieran a reproducir. Al cierre de esta edición unas 300 personas continuaban en tomo al edificio protegido mientras que las calles adyacentes estaban prácticamente ocupadas por vehículos policiales.

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Según informaron varios representantes vecinales, los hechos de ayer son "la gota que colma el vaso" de una situación que se repite esporádicamente desde que en 1.982 unas 80 familias de raza gitana fueron trasladadas a unos pisos contruidos por el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU). Según estos vecinos, desde entonces, las agresiones y el número de delitos registrados ha subido espectacularmente.

Los vecinos denunciaron la escasa atención que se les ha hecho durante este tiempo a pelar de las continuas denuncias y esperan que ante lo ocurrido ayer se tomen soluciones definitivas con el fin de poner término a una situación que se considera insostenible.

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