Fraga huye
Fraga ha huido de esta columna, y del armario, y del Parlamento, cuidado, aviso, hemos mirado en todas partes y no está. Si ustedes se recuerdan, yo lo tenía metido dentro de la columna como dentro de un armario. Era la columna/viñeta, que es a lo que uno aspira. Fernando Jáuregui dice que le ha visto por Yugoeslavia, persiguiendo un oso -¿no sería Herrero de Miñón con el abrigo de piel de su señora?-, pero eso pertenece a la épica periodística, y lo de uno es la lírica. Fraga, en las Cortes, se había convertido en una cosa becqueriana. Del salón en el ángulo oscuro, silenciosa, cubierta de polvo... Y cuando se van a debatir los Presupuestos Generales del Estado, en una de las últimas sesiones del año, Fraga sale corriendo. Fraga huye de la Administración (estuve en la conferencia de Moscoso, en el XXI), de la verdad, huye de una votación previamente perdida, de una persecución, presupuestaria que le resulta mucho más fatigosa -no está ya para números- que la persecución del oso yugoeslavo. Lorenzo Gomis quiere que yo le resuma el 83 en un folio, para El Ciervo. Pues mira, ya tienes: Fraga huyendo presupuestos y persiguiendo osos. Pero vinieron los Alphaville, todos de gafas y camisas sin cuello, y nos preguntaron con su música: "¿He nacido muy pronto o muy tarde?". Has nacido con un siglo de retraso respecto de ti mismo, chico, como nos pasa a todos. Rojas y Berceo se les cruzaron por la morería. Tienen función en la Capilla del Obispo. Rojas y Berceo eran los punkis de entonces. Los punkis de la Virgen.En otra esquina de la noche tocaba Radio Futura. La acracia está en la calle y la democracia en el Congreso. Don Manuel y pico se ha vuelto un ácrata de derechas. Prefiere cargarse la ecología yugoeslava (cuando en el cuarentañismo ya se cargaron la nacional) a mantener un debate técnico con Boyer y, sobre todo, con Petra Mateos, la que le lleva el maletín. Por los paisajes de Lituca Sanz Sampelayo, glosados por el gran Luis Rosales, se ha visto pasar a Fraga, entre chaparros, huyendo del debate, buscando el oso. (Quizá, el "oso" interior en que consiste siempre el yo amedrentado). Ramón Tamames me pide que escriba sobre la jet/set para el Anuario de este matutino/manchego. Lo haré con gusto, pero no conozco montería más apasionante que ésta de Fraga, una semana lejos de España, huyendo del oso presupuestario, que es algo así como la bestia de los grandes números, en pos del oso reglamentario (para el turista). El regeneracionismo es lo que tiene, que sabe de cuentas. No están preparados, o sea. Don Manuel y pico, en el armario, no había encontrado en Vázquez de Mella, ni en Donoso Cortés, ni en Balmes, ni en García Morente, ni en Maeztu, ni siquiera en Millán Puelles (que fue el Péguy del Opus en los sesenta), nada sobre los Presupuestos Generales del Estado/84, firmado y rubricado Miguel Boyer. Érase un hombre en un armario entrado. Corría el armario ropero, multiplicando sus lunas, por entre bosques de Tito, tras el oso mecánico de los tour-operators. Cristóbal Toral y otros hiperrealistas ilustran hoy, manipulados/ monopolizados, la protesta burocrática. Aquí de Antoñito López, el genio, pintando a Fraga preso en un armario. Verstrynge tiene la llave y Ferrer-Salat tiene la llave de darle cuerda a Verstrynge. La derecha/derecha, que siempre lleva un retraso cultural de treinta años, ha caído ahora en el teatro del absurdo.
Como el tema es de estudiar y la votación está estadísticamente perdida, la oposición parlamentaria juega a vaciar la vida política, a llenar de agujeros negros (ausencias) el sol de las Cortes. La deserción es la peor forma de agresión. Don Manuel, allá por Yugoeslavia, es un armario con piernas que corre detrás de un oso.
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