Dos comunidades irreconciliables
La antigua colonia británica de Chipre alcanzó su independencia en 1960 y tuvo como primer presidente al arzobispo Makarios, quien, durante 14 años, se esforzó en vano en suscitar un nacionalismo chipriota que permitiese superar las vinculaciones políticas y religiosas de la población de la isla con Grecia y Turquía. Los enfrentamientos entre la comunidad greco-chipriota y la turco-chipriota hicieron necesario, ya en 1964, el envío de una fuerza de pacificación de las Naciones Unidas integrada por 6.500 soldados, de los que quedan aún 2.340.En 1974 la Junta Militar que gobernaba Grecia desde 1967 apoyó a la organización neofascista chipriota EOKA-B (partidaria de la enosis con Grecia) para derrocar a Makarios, que tuvo que exiliarse. La posterior llegada al poder de Nicos Sampson -un instrumento de los intereses griegos en la isla- provocó la invasión de las tropas turcas. En agosto de 1974 unos 40.000 soldados de Turquía controlaban el 36% de la isla, de los que 26.000 permanecen todavía en el norte de Chipre. Sampson cedió el poder a Clafkos Clerides, quien, a su vez, lo entregó al arzobispo Makarios. A la muerte de éste, en 1977, la isla estaba ya de hecho dividida en dos.
La llamada línea Atila -que parte en dos la capital, Nicosia- separa a los 448.700 greco-chipriotas (82% de la población, 64% del territorio), que habitan la parte sur, de los 104.300 turco-chipriotas (18% de la población, 36% del territorio), que pueblan el tercio norte de la isla. En 1975, los turco-chipriotas proclamaron el Estado Turco Federado de Chipre, protegido por los 26.000 soldados turcos. Nombraron una asamblea legislativa y eligieron como presidente al líder de la comunidad, Rauf Denktash.
Miembro de la Commonwealth y del Movimiento de Países No Alineados, la República de Chipre está dirigida desde 1977 por Spyros Kyiprianu, que volvió a ganar las elecciones en febrero de este año con apoyo del poderoso partido comunista.
Desde entonces ambas comunidades llevan a cabo negociaciones en las que actúa como intermediario el secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, que pretendía una reunión entre los máximos dirigentes de las dos comunidades. Denktash había amenazado hace tiempo con proclamar la independencia de su Estado -únicamente reconocido por Turquía- si no se producían avances en la negociación. El objetivo de los turco-chipriotas es la creación de una federación entre dos Estados independientes.
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