La conexión belga
Los expertos policiales españoles coinciden en señalar que Bélgica, país que posee una importante industria armamentística, se ha convertido en el centro europeo del tráfico y contrabando de armas. Los frecuentes desvíos de algunas partidas de armas y municiones dirigidas a otros países han generado la existencia de un importante mercado negro, en el que suelen aprovisionarse los principales movimientos guerrilleros y organizaciones terroristas que operan en diferentes países del mundo.Entre las organizaciones que acuden al mercado negro belga, no controlado por el Gobierno de aquel país, están las distintas ramas de ETA. Un destacado mando policial especializado en la lucha antiterrorista indicó ayer a este periódico que en Bélgica están los grandes capos del tráfico y Contrabando de armas, que actúan de forma organizada con un único objetivo: el beneficio económico.
Precisamente, las principales armas cortas y municiones utilizadas por las distintas ramas de ETA han sido fabricadas en este país, principalmente en la Fábrica Nacional de Herstal, localidad próxima a Lieja. De ahí las siglas FN de las municiones habitualmente utilizadas por ETAm y por las restantes ramas.
La policía española cree asimismo que, aunque los contactos entre la dirección de ETAm y las organizaciones mafiosas dedicadas a la venta de armas existen desde hace varios años, la presencia de una importante colonia de refugiados en aquel país facilita aún más los contactos para la compra de partidas de armas, por las que se abonan cantidades muy superiores a su valor real.
En los últimos tiempos han sido incautados en varios países europeos algunos alijos de armas, presumiblemente con destino a organizaciones terroristas, entre ellas ETA. El jefe de la Gendarmería de La Haya hizo unas declaració nes en enero de 1982 sobre la incautación, por parte de la policía holandesa, de una gran cantidad de revólveres procedentes de Bélgica. En clara referencia a este país, el citado policía holandés dijo: "Para nuestros vecinos del sur, el tráfico de armas se considera un negocio tan lucrativo como el cultivo de tomates en Holanda".
