La invasión de Granada
No hacía tanto tiempo que dejó de oírse el griterío yanqui contra la invasión de Afganistán por el oso soviético (boicoteo a la Olimpiada de Moscú, bloqueo de la, conferenciavacaciones de Seguridad Europea, etcétera) cuando, los ciudadanos de un país soberano (Granada) -se ven sorprendidos por una invasión yanqui camufiada como "fuerzas multinacionales". Hace tan sólo tres días, los ejércitos pacicadores (también multinacionales) yanqui y francés sufrían un "atentado terrorista" en Líbano. Y yo no sé muy bien qué significa "atentado terrorista" en una guerra declarada como es, la de Líbano, y cómo se distingue una acción terrorista, en esa situación, de un "bombardeo de las posiciones drusas... o bloqueo marítimo de las costas libanesas...", quizá sean sutilezas del lenguaje militarista, ya que acciones como las del tomando suicida que provocó el derrumbamiento de los cuarteles generales americano y francés eran denominadas, en anteriores (quizá viejas) guerras como "actos de sabotaje" contra posiciones enemigas. El hecho es que soldados norteamericanos son víctimas el domingo (23 de octubre) y agresores el martes (25 de octubre). Son hombres,de carne y hueso, como cualquiera de nosotros, los que son enviados al sacrificio o a sacrificar, y en ambos casos son hombres y mujeres los sacrificados, en defens a de unos intereses absolutamente ocultos para ellos. Son hombres enviados a pacificar (curioso eufemismo, cuando para ello se utilizan las armas) un territorio, y un conflicto que no son suyos, y en ello mueren. Son hombres enviados a de fender la democracia y la soberanía de un país que no es el suyo, y por ello matan... ¿Qué decían ustedes que era el terrorismo?....
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.