Ni 'guindillas' ni 'damianes'

La Policía Municipal de Madrid cuenta con unos 4.000 agentes, que actúan en un territorio de 28 kilómetros de largo por 27 de ancho. De ellos, 482 están destinados en las dos Unidades de Protección Ciudadana (UPC), creadas hace tres años con la misión específica de prevenir la delincuencia y apoyar la actividad de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. El Plan de Seguridad Ciudadana para Madrid contempla que las UPC vigilen, de modo casi exclusivo, los colegios, mercados, jardines y parques, reservando para los coches zeta de la Policía Nacional el resto de objetivos.Las UPC son una creación del equipo formado por José Barrionuevo y Rafael Vera cuando estaban al frente de la Delegación de Seguridad y Policía Municipal del Ayuntamiento de Madrid. En épocas anteriores, los policías municipales eran tan sólo guindillas, expresión peyorativa con la que se hacía referencia a guardias dotados de poca autoridad, susceptibles de ser abroncados por los ciudadanos y encargados tan sólo de regular la circulación y repartir documentos oficiales.

En teoría, las UPC se crearon para apoyar la acción de la policía de barrio, objetivo final de la reforma del cuerpo emprendida por Barrionuevo y Vera. Sin embargo, la policía de barrio sólo actuó como tal durante cuatro meses, entre finales de 1981 y comienzos de 1982. Luego, el proyecto inicial de agentes que siempre patrullaran a pie las mismas calles de la ciudad fue desvirtuándose, según fuentes sindicales del cuerpo.

En la actualidad, siempre según las mismas fuentes, los policías de a pie dedican la mayor parte de su jornada a repartir notificaciones municipales, judiciales y militares. Días hay en que un agente reparte 100 papeles en otras tantas viviendas. Es la figura del policía cartero, rechazada por los sectores más profesionales de la corporación.

La Policía Municipal, a efectos operativos, divide Madrid en dos zonas, a partir de una línea imaginaria cuyo eje es el paseo de la Castellana. Esta división es la de las dos UPC. La UPC 1 tiene su base en la Casa de Campo y cubre la zona oeste de la ciudad en la que están incluidos nueve distritos. La UPC 2, tiene su base en la glorieta de Marqués de Vadillo. Su área de actuación abarca nueve distritos de la zona este.

En la UPC 1 está destinado el agente Damián Granados, que en junio fue protagonista de un reportaje televisivo de la serie Vivir cada día, Granados recreó ante las cámaras lo que se suponía que era la actividad de los hombres de esta unidad: persecuciones de delincuentes a punta de pistola en el centro comercial Aurrerá y redadas masivas de prostitutas en la Gran Vía. Todos los sindicatos de la Policía Municipal, bajo la consigna "No somos damianes", protestaron ante la delegación de Seguridad por lo que calificaron de "imagen peliculera, agresiva y militarista de la UPC".