_
_
_
_

El terremoto de Turquía puede haber costado 2.000 vidas

Unas 2.000 personas pueden haber perdido la vida como consecuencia del terremoto que en la madrugada del domingo asoló dos de las provincias de la Anatolia oriental, al este de Turquía. El último balance oficial publicado por las autoridades militares turcas habla de 1.226 muertos y 365 heridos, pero algunas localidades no han podido ser afamadas todavía por los equipos de socorro enviados desde otras zonas del país.

La cifra de 2.000 víctimas mortales fue ofrecida a la agencia France Presse por una fuente bien informada de Erzurum. Las labores de auxilio comienzan con el desescombro de las casas derruidas en los cerca de 50 pueblos destruidos total o parcialmente por el cataclismo. La aparición de cadáveres es continua. La Cruz Roja Internacional ha hecho un llamamiento en solicitud de fondos para ayudar a las decenas de miles de personas que han resultados heridas y perdido su hogares.El terremoto, el peor padecido por Turquía en los siete últimos años, provocó daños y muertes en un área de casi 100 kilómetros cuadrados en las provincias de Erzurum y Kars. Otros dos pequeños temblores sacudieron la tierra en la jornada dominical, lo que contribuyó a incrementar el pánico de los supervivientes, informa Reuter.

El Ejército y el Creciente Rojo (equivalente a la Cruz Roja occidental) han establecido una fuerte operación de ayuda a la región. Fuentes oficiales señalan que equipos médicos, cocinas portátiles, ropas, 35.000 mantas y 6.000 tiendas de campaña se están haciendo llegar a la zona siniestrada por vía aérea y terrestre desde todas las partes del país. La Cruz Roja estima que se necesitan urgentemente otras 5.000 tiendas polares, 30.000 mantas y 5.000 sacos de dormir.

La mayoría de la población afectada son agricultores pobres que viven en casas de adobe y madera de un sola planta, sin luz ni agua corriente, El seísmo se produjo a las 7.12, hora local (5.12 de la mañana en España), y por ello "muchas de las víctimas fueron sorprendidos mientras dormían", dijo un funcionario que trabaja con los equipos de socorro. "La lluvia que había caído en los días precedentes contribuyó a empeorar las cosas, pues los techos de las casas parecían de barro cuando se hundieron sobre la gente".

Un superviviente dijo en un programa de televisión sobre el siniestro: "Estaba tomando té cuando se oyó un débil ruido. Después todo comenzó a caer en rededor nuestro. No pude escapar. Mis vecinos me sacaron". Otro superviente ha declarado a la agencia de noticias Anatolia que había madrugado para ir a su tierra. "Vi polvo y humo sobre todo el pueblo y corrí a casa a toda velocidad. Mi mujer se encontraba bajo los escombros y sólo se podía ver un pie. Comencé a quitar escombros con las manos y conseguí sacarla".

El papa Juan Pablo II expresó ayer su pesar por las víctimas del terremoto.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_