Anatolia, tierra de seísmos

La Anatolia oriental, sacudida ayer por un violento terremoto, se encuentra al este de Turquía, junto a la frontera de la URSS y de Irán. Situada sobre una falla de la corteza terrestre que atraviesa la península de oeste a este y bordeada al norte por los Alpes pónticos, Anatolia oriental es una tierra periódicamente sacudida por mortíferos seismos. Desde que se tiene noticia documental hasta el terremoto de ayer, más de 300.000 personas han perecido como consecuencia de los terremotos, informa France Presse.Ya en archivos del siglo XII hay noticia de un seísmo que costó 12.000 vidas. En 1454 hubo 22.000 muertos; en 1584, 15.000. El terremoto más mortífero se registró en 1939, en la localidad de Ercican, donde se produjeron 45.000 muertos.

En 1976, año negro por lo que respecta a este tipo de catástrofes, murieron 3.720 personas en la provincia de Van, la misma en la que se halla el mítico monte Ararat.

La Anatolia oriental es una meseta cuya altitud varía entre 1.900 y 2.500 metros. Sólo sus sobrios y duros pobladores, kurdos en su mayoría, pueden soportar los rigurosos inviernos y los tórridos Veranos.

Las pequeñas viviendas están construidas con adobe, y no están preparadas para resistir los cataclismos. Rocas y polvo son los elementos de un suelo sobre el que apenas crece otra cosa que no sean los cardos.

Otros cataclismos importantes registrados en los últimos años en Turquía fueron el de mayo de 1971 en la provincia de Burdur, con 995 muertos y el de Lice, al este del país, que en septiembre de 1975 provocó 2.386 muertos. El que precedió al de ayer se produjo el pasado 5 de julio en Biga, cerca de los Dardanelos y costó la vida a cuatro personas.