Lo que el terrorismo teme

( ... ) La fuerza de la democracia está en el número; no está en el número, por el contrario, la del terrorismo. La fuerza de la democracia está en la publicidad de los actos, comenzando por la luz y taquígrafos tradicionales de la vida parlamentaria; en el secreto, la simulación y el engaño está la fuerza del terrorismo, cuyos dirigentes no aparecen como tales, ni son siquiera conocidos.El terrorismo es la negación extrema de la democracia precisamente porque muy pocos y escondidos tratan de neutralizar el peso de la mayoría, expresados en la vida política por la cuenta escrupulosa de los votos. Si fueran mayoría no necesitarían acudir a la ocultación, los explosivos, los secuestros, el asesinato.

Y sin embargo, la inmensa mayoría tiene en ocasiones la sensación de estar inerme, indefensa, frente a esa acción friamente selectiva y despiadadamente continuada. Y sale a la calle en silencio para que quede a la vista la protesta.

Pero no es probable que ni siquiera esta presencia de las multitudes, ni los nombres ilustres que se suman a la protesta conmuevan a los que juegan al ajedrez de la muerte con la esperanza de dar jaque mate.

( ... ) Lo que las gentes de paz necesitamos es la acción eficaz de los gobernantes. Pero el fondo del asunto es que hay cuestiones de Estado en que los Gobiernos no necesitan tener detrás sólo a sus mayorías electorales, en que Gobierno y oposición deben sumar sus fuerzas en vez de restarlas. Y lo mismo se diga de los Gobiernos central. y autónomos. Bien está ver desfilar en la calle a las fuerzas unidas contra el terrorismo. Pero hace falta que se unan también en la acción decidida y discreta. Así lo han hecho en los países donde la acción antiterrorista ha tenido éxito. Y eso es lo que el terrorismo teme.

, 22 de octubre