Un triángulo pasional acaba en un misterioso asesinato
Violencia, pasión, sexualidad equívoca, misterios, y todo ego envuelto en la discreción sedosa del otoño de dos vidas paralelas que, al final brusca y brutalmente, chocan en una explosión de sangre y de muerte. Como una novela de Simenon, pero real el renombrado lujoso restaurante Louis IV, de París; su dueño, Germain Descombes, gallardo, con más de 60 años; la amante esposa, rubia, menuda y aún apetitosa, de medio siglo largo, y sus amantes.
Éstos son los protagonistas de un nuevo escándalo de antología. Ayer, al ser acusada de homicidio voluntario en la persona de su marido, la señora Descombes despertó la compasión, el morbo, y la curiosidad de la sociedad francesa.Plantado soberanamente en los grandes bulevares parisienses, a dos pasos de la plaza de la República, con su reputación de restaurante estrellado por Michelín, sus finos pescados -y su decorado de época, el Louis IV garantizaba a los Descombes una tercera edad gloriosa. Para descansar los fines de semana, Germain, el marido, había construido una residencia de sueño en el campo, no lejos de la capital. Indefectiblemente, cada, por la tarde, Eliane Descombes en tren hasta Evreu, la estación más próxima a su residencia de fin de semana. Su marido, en su Mercedes 450, llegaba al campo 24 horas más tarde.
El pasado día 2 de abril, el fin de semana comenzó como de costumbre. Eliane, en tren, llegó a Evreu, donde, como todos los viernes, la esperaba el mismo taxista, Max Fritot, de 28 años de edad, alto, bien plantado. Y al día ' siguiente, como todos los sábados, llegó Germain. La esposa salió a recibirle en camisón. Y, mientras él descargaba algunos paquetes, ella bajó a la bodega en busca de una botella de vino. Fue en este instante cuando un grito agujereó la noche.
Eliane conectó la alarma que habían previsto para casos de emergencia y subió corriendo al encuentro de su marido, al que encontró expirando. Bañado en sangre, con siete cuchilladas en el cuerpo. Ésta fue la versión que Eliane ofreció a Michelle Vaubillon, la juez de instrucción encargada de dilucidar el asesinato de Germain Descombes.
Inmediatamente, la justicia descubrió las dobles vidas de los Descombes: el taxista era el amante de Eliane, que pasaba con él las noches de cada viernes, inundándole de dinero y de regalos. Esas mismas noches, ¿dónde las pasaba su marido? Sólo se sabe que abandonaba el restaurante antes de medianoche y que un halo de homosexualidad lo envolvía.
Ayer, el amante de Eliane confesó: "Fue ella quien mató a su marido. Me lo dijo este verano". Pocas horas después, la juez liberaba al taxista y encarcelaba a Eliane.
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