Banco de España prorroga la 'recomendación' verbal que prohibe emitir activos no monetarios
La prohibición verbal pero efectiva por parte del Banco de España de emitir activos no monetarios (venta y endoso de letras, bonos de caja, cédulas hipotecarias, pagarés de empresas, etcétera) durante otros tres meses trata de reducir por esta vía el grado de liquidez de la economía española, mientras las Cortes discuten el proyecto de ley del Coeficiente de Caja aprobado por el Gobierno en el último Consejo de Ministros. De no haberse producido tal "recomendación", las posibilidades de controlar las disponibilidades líquidas del sistema se habrían visto mermadas, según medios oficiales, ya que el dinero que el Banco de España retira por coeficientes se recrea por medio de activos no monetarios incontrolados.
El proyecto de ley recién aprobado contempla que tales activos no monetarios sean sometidos por primera vez al control del banco emisor a través del nuevo coeficiente de caja y depósitos obligatorios. Medios bancarios solventes suponen que la prohibición temporal de crear liquidez incontrolada será sucesivamente prorrogada hasta que entre en vigor la citada ley, que se espera sea antes de finales de año.La suspensión de emisión de activos no monetarios, dictada a mediados del pasado mes de julio, venció el pasado fin de semana, y el Banco de España ya ha comunicado verbalmente a los bancos y cajas su decisión de prorrogar tal prohibición hasta mediados de enero. La banca extranjera ha recibido la orden con especial preocupación, sobre todo aquélla que carece de base nacional para captar depósitos, ya que limita sensiblemente sus posibilidades de financiación.
La permanencia de la banca extranjera
Algunos altos cargos de la banca extranjera instalada en España no ocultan su malestar por las nuevas limitaciones impuestas a su negocio e incluso están reconsiderando su permanencia en nuestro país.Excepto cuatro bancos con antiguas raíces, sólo aquellos recién instalados en suelo español que acudieron al Fondo de Garantía de Depósitos para comprar bancos nacionales convalecientes de la crisis pueden hacer frente con holgura a las nuevas circuntancias del mercado. Así, el Barclays con el Banco de Valladolid, y la,Banque Natiónale de Paris con la Banca López Quesada pueden recurrir al mercado nacional para captar pasivo a precios competitivos, ya que están exentos de coeficientes. El Citibank con el Banco de Levante también puede hacerlo porque obtiene una rentabilidad mayor por sus fondos inmovilizados; el equivalente a lo que tendría que ser su coeficiente de caja lo tiene que mantener en certificados de regulación monetaria.
Medios bancarios han calculado que un pasivo (depósitos de clientes) captado a un coste máximo del 14% de interés bruto se convierte en un 18% real debido a la incidencia de los coeficientes que bancos y cajas tienen que depositar en el Banco de España con ninguna o escasa retribución. Pero los gigantes extranjeros que abrieron su oficina en España con un capital escuálido, que carecen de sucursales con cuentas corrientes o a plazo -de clientes y financiaronsus operaciones crediticias con pasivo comprado en el interbancario sufrirán ahora las consecuencias de estas medidas restrictivas.
El precio del interbancario sube como la espuma en épocas de dinero escaso, como ocurrió la pasada semana, alcanzando el 25% de interés. Si no pueden negociar las letras de cambio en Bolsa, tal como venían haciendo en cantidades cada día más impresionantes, ni crear liquidez incontrolada a través de los demás activos no monetarios antes citados, la bancá extranjera no tiene más remedio que recurrir ahora exclusivamente al mercado interbancario, pagando un alto precio a la banca española por el dinero que los ahorradores depositaron en sus cuentas a un bajo coste. Especialistas en política monetaria no han querido interpretar la prohibición como un endurecimiento de las medidas restrictivas para reducir el grado de liquidez de la economía, y cumplir así el objetivo de inflación fijado en el 12% para 1983, sino más bien como un ajuste técnico mientras se discute el proyecto de coeficiente de caja.
La orden recién prorrogada pedía a las entidades crediticias que "se detenga la venta o endoso de letras, se modere el crecimiento de los bonos de caja de los bancos industriales, no se emitan cédulas hipotecarias y se eviten aquellas prácticas que desvirtúan la naturaleza financiera de los pagarés de empresa".
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