Mueren ocho soldados israelíes en un confuso incidente al sureste de Beirut

Ocho soldados israelíes resultaron muertos o heridos y 10 civiles libaneses sufrieron también heridas de bala en un confuso incidente que tuvo lugar ayer en la localidad libanesa de Nabatiyeh, a 60 kilómetros al sureste de Beirut, en el Líbano meridional, ocupado por el Ejército de Israel, según se supo de fuentes solventes.Una patrulla israelí, compuesta por cuatro vehículos militares y un jeep de una milicia proisraelí, hizo irrupción en el centro de la ciudad cuando cerca de 100.000 musulmanes chiitas celebraban su principal fiesta religiosa que conmemora la muerte del imán Hussein durante la batalla de Karbela, en el año 680, en Irak.

Dos explosiones de origen desconocido incendiaron entonces los vehículos castrenses, mientras la muchedumbre, que interpretó la presencia israelí como una provocación, lanzaba piedras a los soldados e incluso algunos fieles intentaban agredirlos con las espadas y látigos tradicionales utilizados en esta ceremonia religiosa para golpearse y flagelarse.

Los hombres del tsahal (fuerzas de defensa de Israel) abrieron inmediatamente fuego contra los fieles, al tiempo que pedían por teléfono el envío de refuerzos, que les llegaron pocos minutos después, mientras los helicópteros militares sobrevolaban una ciudad en la que había sido impuesto el toque de queda y cuyos accesos quedaron rápidamente cerrados.

En Tel Aviv, un portavoz de las fuerzas armadas reconoció que una caravana israelí había sido atacada en Nabatiyeh con granadas y disparos de armas automáticas, pero aseguró que ninguno de sus ocupantes había resultado herido. Corresponsales de la Prensa israelí precisaron que 10 civiles libaneses han sido, en cambio, heridos, cuatro de ellos de gravedad.

Un 'marine' muerto

Un marine norteamericano, por otra parte, resultó muerto ayer y otros cinco heridos en un intercambio de disparos entre posiciones norteamericanas y de milicianos en el sur de Beirut, según un balance ofrecido anoche por la Fuerza Multinacional.Los disparos dirigidos contra las posiciones norteamericanas, situadas al noreste del aeropuerto, comenzaron poco después de las cinco de la tarde y prosiguieron durante siete horas. Los marines respondieron al ataque.